Un plato volador en un fondo rojo de «Superman contra la invasión de los marcianos» es uno de los objetos que saldrán a venta en la casa Drouot.
22 oct 2007 . Actualizado a las 20:18 h.Un plato volador en un fondo rojo de «Superman contra la invasión de los marcianos», una amazona sensualmente vestida de piel de pantera en «Lana, diosa de la jungla» o luchadores de catch mexicanos: unos mil carteles de cine underground de los años 60 y 70 son subastados el lunes en la casa de ventas Drouot de París.
«El primero que me pidió el catálogo fue Scorsese, es un admirador absoluto», cuenta Jean-Pierre Dionnet que vende una parte de su ecléctica colección (posee 50.000 piezas, entre libros, discos y afiches), reunida a lo largo de 40 años.
Dionnet, un periodista de 60 años de edad, entusiasta experto de cine, cómics y rock, fue uno de los fundadores del periódico «Métal hurlant», y es conocido en Francia por su participación en emisiones de televisión dedicadas a la música o al cine.
Martin «Scorsese se considera un historiador del cine, le gusta rescatar todos los objetos que tienen que ver con el cine, y restaurarlos», dice.
Otro incondicional es el director mexicano Guillermo del Toro, «que colecciona lo extraño, lo fantástico, lo que se le parece», dice.
Por su parte, Quentin «Tarantino busca lo que concierne a las películas que marcaron su infancia, al igual que Francis Coppola, verdaderamente obsesionado por 'El ladrón de Bagdad'», cuenta entusiasta Dionnet, que recibió a la AFP en su oficina de París.
«Yo no soy un verdadero coleccionista, soy un acumulador, una persona curiosa que compra toneladas de cosas, todo lo que concierne la literatura popular, la ciencia ficción, los cómics, las artes decorativas....», afirma Dionnet.
Amante del cine, Dionnet recuerda --pero sin nostalgia, una palabra que detesta-- los tiempos heroicos en que «los defensores del cine clásico se burlaban de nosotros cuando íbamos a ver las películas de Terence Fisher o Sergio Leone».
Hoy las cosas han cambiado, porque el cine popular es ensalzado por la crítica elitista que durante mucho tiempo lo despreció, estima.
«A mí lo que me gusta es la aventura, después me aburro y tengo ganas de dedicarme a otra cosa», afirma.
Una parte de los afiches vendidos hoy proceden de los viajes del coleccionista por Asia, Estados Unidos y Europa.
El resultado es una subasta de los más diversas orígenes. Junto a uno de los carteles, belga y escrito en francés y flamenco, de «Cuatro moscas de terciopelo gris», del maestro italiano Dario Argento, pueden verse varios números de la revista de aficionados MAMA, «Martial arts movie associates».
«Le puse nombres divertidos a los lotes, y fijé precios bajos», con lo que «todo el mundo podrá comprar algo», dice.
El lote «Luchadores catch mexicanos», que contiene ocho piezas (carteles y revistas) se subasta con un precio base de 50 euros, mientras «Todo y cualquier cosa, una enorme mezcolanza de obras sobre el cine, del sexo a la Biblia, pasando por James Dean», lote de unas 60 piezas, se propone a 200 euros.