La estrella pone el broche de oro al certamen vasco midiéndose con Michael Caine en el thriller «Un plan brillante».
29 sep 2007 . Actualizado a las 16:40 h.Demi Moore no se lo ha puesto fácil a los fotógrafos que cubren el Festival de San Sebastián. No sólo no pudieron captar su llegada al Hotel María Cristina porque entró por una puerta lateral, sino que a punto estuvieron de hacerle un boicot al no querer posar en el exterior del Kursaal porque hacía viento y frío, argumentó. Ante la amenaza de plante, intervino el propio director del Festival, Mikel Olaciregi, y la pequeña gran diva accedió a que los gráficos retrataran su vestido de tul negro, sus tacones de vértigo y su larga y ondulada melena.
Moore, una de las mujeres más envidiadas de Hollywood, apareció perfectamene peinada y maquillada en su encuentro con los medios para presentar la cinta con la que el certamen baja el telón de su 55 edición, Un plan brillante, thriller dirigido por Michael Radford en el que se mide con Sir Michael Caine.
La sexy protagonista de 'Ghost' ha sido la otra cara de la moneda. Tras la entrega y cercanía de Richard Gere, Viggo Mortensen y Liv Ullman, Moore resultó fría. Conocidos sus desplantes y la complicada relación que siempre ha tenido con la fama, la ex de Bruce Willis no quería autógrafos, pero al final se ablandó y permitió que uno de los hombres de negro saltará el cordón de seguridad y le entregara una rosa roja. Todo sea por el chiste.
Belleza de bisturí
Un Festival vive de películas pero también de glamour como el que hoy puso la sexy intérprete norteamericana, que en esta ocasión no vino con su atractivo y jovencísimo marido, Aston Kutcher, al que saca quince años. Tras pasar por maquillaje y peluquería -las malas lenguas dicen que, por contrato, exige sesiones de tres horas-, Moore deslumbra, pero no como la hace en la gran pantalla.
«La belleza puede ir a tu favor o en contra, depende de cómo te veas tú. En mi caso creo que ha sido un plus. Es una ilusión intentar estar siempre joven y perfecta, hay que celebrar la belleza de la madurez», declaró.
Su declaración es una contradicción porque es un secreto a voces que esta mujer que se acostó con Robert Redford por un millón de dólares -Una propuesta indecente-, persiguió a Michel Douglas -Acoso-, se rapó el pelo para ser La teniente O'Neill y ejerció de stripper, debe su impresionante aspecto físico, actualmente más refinado, al bisturí.
Proyectos que le supongan un desafío es lo que busca esta intérprete de ojos verdes felinos, que en Un plan brillante se enfunda en un traje sastre para dar réplica al veterano Caine, con el que debutó en 'Lío en Río', donde el actor británico encarnaba a su padre. «'Ojalá tenga la oportunidad de tener una trayectoria como la suya. Michael es una inspiración porque venía al rodaje con una energía y pasión envidiables», comentó.
Durante un tiempo, el teléfono de Moore dejó de sonar por su ambición, al menos es lo que dice la industria, mientras que ella argumentó que se alejó del celuloide para estar con las tres hijas que tuvo con Bruce Willis. «Volver fue un reto, pero no pensaba en si me iba a resultar difícil o no el regreso. Todas las carreras tienen altos y bajos. Lo importante es subirte a la ola y seguir», añadió Moore.