La película española «Siete mesas de billar francés», de la directora y coguionista Gracia Querejeta, cosechó el martes una fuerte ovación en su pase en el auditorio Kursaal.
25 sep 2007 . Actualizado a las 22:56 h.Un grupo de mujeres que quieren acabar con los hombres y el trabajo de otra por levantar un negocio de billar en Madrid fueron las protagonistas de las dos películas presentadas el martes en la sección oficial del 55 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
La película española «Siete mesas de billar francés», de la directora y coguionista Gracia Querejeta, cosechó el martes una fuerte ovación en su pase en el auditorio Kursaal de San Sebastián.
La película es un «intento de acercarnos a los problemas de gente corriente sin dejar al margen una forma de humor o cierta ironía que, en la vida real, afortunadamente, también puede surgir en medio del desastre», según la directora del film, presente el martes en la ciudad donostiarra.
«Siete mesas de billar francés» es la historia de Angela (Maribel Verdú), quien tras la muerte de su padre viaja a Madrid, donde decide hacerse cargo del negocio de billar que tenía su progenitor, junto con la amante de éste, Charo (Blanca Portillo).
Angela y Charo intentarán reunir al antiguo equipo de billar francés que capitaneaba el padre de la primera y en ese recorrido irán descubriendo la auténtica faceta del fallecido y cómo había influido en sus vidas y en la de su mejor amigo, Antonio (Jesús Castejón).
«Los personajes intentan deshacerse (emocionalmente) del muerto. Son personajes vivos que tienen que deshacerse del padre fallecido para seguir viviendo», afirmó la autora de «Cuando vuelvas a mi lado», premiada en una edición anterior del certamen donostiarra.
Maribel Verdú, quien se enteró en San Sebastián de que ha sido galardonada con el premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, ahondó en lo dicho por su directora.
«El pasado es como una mochila que a veces tienes que dejar a un lado porque pesa mucho», dijo la actriz, que aseguró que su personaje «tiene mucho que ver conmigo».
Verdú se mostró satisfecha de que «los papeles que me ofrecen cada vez son más difíciles desde que trabajé con Guillermo», en alusión a su interpretación en «El laberinto del fauno», del mexicano Guillermo del Toro, lo que le permite hacer un trabajo más intenso.
Este trabajo, al igual que el de su compañera Blanca Portillo, les permite aspirar con posibilidades a la Concha de Plata a la mejor actriz del Festival, que finaliza el sábado.
«No pienso siquiera en ello (ganar la Concha de Plata)», afirma, no obstante, Blanca Portillo, intérprete del temible fray Emilio Bocanegra de «Alatriste» y la entrañable Augustina de «Volver», de Pedro Almodóvar.
Destaca en la película el uso del humor que hace Querejeta, de 45 años, para la cual las situaciones cómicas son «el contrapunto perfecto al drama».
Un humor que también se encuentra, aunque bastante más negro, en la película «Exodus», del director Pang Ho-Cheung, sobre una oscura conspiración de un grupo de mujeres para tratar de asesinar a los hombres, descubierta por un policía que se topará con la incredulidad de todos.
«La inspiración para la película procede de cuando iba al instituto y me intrigaba ver cómo las mujeres solían ir en grupo al servicio. Siempre me he preguntado de qué hablaban y si iban al baño para conspirar», afirmó el director en rueda de prensa.
Ho-Cheung ha querido mostrar en esta película que «los individuos viven en una estructura social enorme y que la gente que está bajo esta estructura enorme se somete gradualmente y hace lo que puede según sus límites».
«Exodus», sexta película de este realizador de 34 años, protagonizada por los actores Simon Yam, Annie Liu e Irene Wan, fue acogida con tímidos aplausos por parte del público donostiarra.