Sabbatini abrirá el Festival de Ópera

Xosé Ruiz

CULTURA

20 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

a coruña | Si el mundo de la ópera se rigiese por criterios únicamente artísticos, Giuseppe Sabbatini sería considerado uno de los dos o tres mejores tenores del mundo. Pero el artista romano, un outsider al que siguen con auténtico fervor los públicos más exigentes, como el de la Ópera de Viena, que le ha concedido su máxima distinción, la de cantante de cámara, compartida con Alfredo Kraus o Plácido Domingo, la fama nunca le ha quitado el sueño. Su máximo interés ha sido siempre servir exclusivamente a la música, desde que comenzó como solista en una banda de rock. Sabbatini, que también tocó el contrabajo en la Orquesta de la RAI y ahora se dispone a abandonar su segura profesión de tenor reclamado mundialmente para dedicarse a dirigir orquestas, será la primera estrella encargada de inaugurar el próximo sábado el 55.º Festival de la Ópera de A Coruña, a las 20.30 horas.

Este reputado perfeccionista, al que no se le caen los anillos por reconocer su admiración hacia bandas míticas como Black Sabbath o Weather Report -su favorita-, llega ahora al Palacio de la Ópera para ofrecer un concierto con conocidas arias de óperas y canciones. El tenor preferido de Riccardo Muti, otrora director de La Scala milanesa, cantará algunas de las arias más conocidas para su voz, como la Furtiva lágrima de El Elixir de amor, el Adiós a la vida de Tosca, el Lamento de Federico de L'Arlesiana o la popular Maria de West side story, de Leonard Bernstein.

Del rock al bel canto

Giuseppe Sabbatini cambió el rock por el bel canto ante la insistencia de sus amigos. Y le costó poco llegar a la cima. En breve tiempo ganó todos los concursos más prestigiosos, como el Jussi Bjoerling, el Tito Schipa o el Lauri Volpi, que le abrieron las puertas de los principales teatros del mundo. Admirador confeso de Alfredo Kraus, ha compartido siempre con el tenor canario el cuidado en la elección de sus personajes, que abarcan desde Mozart hasta Massenet, pasando por Bellini, Donizetti, Verdi o Berlioz. En La Scala protagonizó una de las últimas inauguraciones de temporada, con L'Europa riconosciuta de Salieri, pero el tenor se ha mantenido siempre fiel, sobre todo, a la Ópera de Viena, donde es un ídolo capaz de afrontar retos inalcanzables para otros colegas, como el de protagonizar el Guillermo Tell de Rossini.

En su afán por acercar el género al mayor número de personas, Amigos de la Ópera ha puesto un precio casi simbólico, de diez euros, como entrada única para la cita que inaugura un mes intenso de actuaciones.