Picasso y Warhol, fuertes imanes para el público del festival de Edimburgo

Efe

CULTURA

La exposición que dedica a Warhol con motivo del veinte aniversario de su muerte en Nueva York la Galería Nacional de Escocia reúne alrededor de dos centenares de piezas bajo el título de «Andy Warhol: una celebración de la vida...y la muerte».

13 ago 2007 . Actualizado a las 14:23 h.

Dos artistas tan distintos como Pablo Picasso y Andy Warhol dominan la oferta pictórica de la capital escocesa con motivo de la celebración de su famoso Festival Internacional, que cumple ahora sesenta años.

La exposición que dedica a Warhol con motivo del veinte aniversario de su muerte en Nueva York la Galería Nacional de Escocia reúne alrededor de dos centenares de piezas bajo el título de «Andy Warhol: una celebración de la vida...y la muerte».

El título alude a la conocida preocupación de Warhol por todo lo relacionado con la muerte física, que se refleja, por ejemplo, en sus series sobre la silla eléctrica, accidentes, catástrofes y suicidios o sus imágenes de calaveras, una de ellas incluida en un autorretrato.

Sin duda, lo más espectacular de la retrospectiva es la reconstrucción parcial de algunas famosas instalaciones, y así en una de las salas están las «nubes plateadas», especie de almohadones rellenos de una mezcla de aire y de helio que flotan en el espacio de la galería y con los que el público puede jugar.

Para otra instalación, Warhol empapeló toda una sala con la imagen repetida de una cabeza de vaca, que, en la reconstrucción de Edimburgo, sirve de pared de fondo para otros cuadros como los de la serie de camuflajes en varios colores.

Están también, como es natural, algunas de las obras mas icónicas del «pop art» como sus cajas de la marca «Brillo» o «Del Monte», sus botellas de Coca-Cola o las latas de sopa de tomate Campbell, imagen esta última con la que se han recubierto las columnas del frontón de la Galería.

Otra de las salas está dedicada a sus retratos de gente famosa del espectáculo y las artes, desde Liz Taylor, Elvis Presley, Aretha Franklin, Liza Minnelli y Grace Jones hasta Truman Capote, Keeith Haring o Joseph Beuys.

Hay asimismo fotografías en blanco y negro, siempre repetidas, de desnudos de ambos sexos, trozos de acera o montones de basura, entre otros motivos de la vida contemporánea.

Y se exponen también algunas de las llamadas «cápsulas del tiempo»: fotografías, folletos, diarios, postales, recortes de periódicos y revistas y otros objetos efímeros que Warhol, del que se dice que no tiraba nada, introdujo oportunamente en cajas con vistas a su conversación para la posteridad.

Picasso está representado a su vez en la galería de Arte Moderno con un centenar de grabados, veinte dibujos y diez libros ilustrados, material procedente en su mayor parte de la Staatsgallerie de Stuttgart (Alemania).

La exposición, titulada «Picasso sobre papel», abarca desde los tempranos aguafuertes de su período rosa hasta sus dibujos de fuerte carga erótica de su última etapa, pasando por sus creaciones del período cubista y sus coqueteos con el surrealismo.

Una segunda exposición, ésta en al Museo Nacional de Escocia, está dedicada a otra importante faceta del proteico genio español: la de ceramista.

En ella se muestran las creaciones en ese medio, en el que tanto destacó, al igual que su compatriota Joan Miró, así como piezas en metal, litografías, algunos cuadros y fotografías de los años que Picasso trabajó en Vallauris (sur de Francia) entre 1947 y 1955.

Muy distinta, pero igualmente fascinante, es la exposición que ofrece la Scottish National Portrait Gallery bajo el título de «El retrato desnudo».

Reúne un centenar y medio de retratos en los que el modelo, muchas veces el propio artista, su pareja o sus amigos, pero también personas extrañas, posaron desnudos.

Sus autores- pintores o fotógrafos aunque hay también algunas esculturas- van desde Pierre Bonnard, Egon Schiele o Man Ray hasta, Francis Bacon, Lucian Freud, Gerhard Richter, Dina Arbus o Robert Mapplethorpe.

Otra retrospectiva que puede visitarse también estos días en Edimburgo tiene como protagonista al conocido artista británico Richard Long y documenta la relación del hombre con el paisaje a través de fotografías, mapas, dibujos e instalaciones en las que se utilizan el barro, las piedras, entre otros materiales obtenidos de la propia naturaleza.