José Manuel Trigo, padre de diez hijos: «Las medidas pronatalistas de Trump no son efectivas»

VIVIR A CORUÑA

En la ciudad de A Coruña cerca de 3.000 hogares disponen del título de familia numerosa,  que les ofrece ventajas económicas y sociales. Para algunos, los beneficios son insuficiente y favorecen una crisis demográfica que se agudiza año tras año

11 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Donald Trump ha puesto las medidas pronatalistas en el centro del debate. Su nueva obsesión, controvertida por rozar la eugenesia, consiste en fomentar la natalidad solo entre familias estadounidenses para —evidentemente— Make America Great Again (Hacer que América vuelva a ser grande). Para ello ha anunciado la creación de una Medalla Nacional de la Maternidad a aquellas mujeres que tengan al menos seis hijos, y un cheque bebé de hasta 5.000 dólares. Con aliados como el milmillonario Elon Musk, que es padre de 14 hijos, intenta recuperar valores tradicionales inoculando en la población el miedo ante un futuro sin niños. Estadounidenses.

España también sufre una crisis demográfica que se agudiza año tras año. Con 1,12 hijos por mujer, cada vez hay más hogares sin descendencia, pero también están los que levantan la estadística teniendo tres, cuatro y cinco hijos. O incluso diez, como es el caso de José Manuel Trigo, vicepresidente la Asociación Galega de Familias Numerosas (Agafan), que aprovecha que su modelo de familia está en el foco mediático para reclamar ayudas «más efectivas» para unas personas «que haciendo un favor a la sociedad salen penalizadas».

De un solo vistazo, en A Coruña puede parecer que no salen las cuentas. Según los datos oficiales, en el 2025 en esta provincia hay 11.780 familias numerosas, y casi 3.000 en la ciudad. Si se atiende a la curva, es ascendente desde el 2020, tanto en las familias de tipo general (hasta cuatro hijos) como en las que tienen categoría especial: (cinco hijos o más). Esto se debe a que en los últimos años las administraciones han escuchado demandas históricas de asociaciones de familias numerosas. En el caso de Galicia, por ejemplo, se logró la ampliación de la vigencia del título hasta que el hijo menor cumpla los 26 años en el caso de que este sea estudiante. 

«Efectivamente, no es que haya habido un bum de familias numerosas en los últimos años, ojalá. Simplemente se ha modificado la ley para hacerla más justa y para evitar bloqueos burocráticos, porque hasta hace poco teníamos que presentar papeles todos los años; y ahora ya no hace falta renovar la acreditación anualmente, solo cuando se produzca un cambio en el núcleo familiar». Lo explica Trigo antes de pasar al quid de la cuestión, sobre la que se muestra tajante: «Las medidas pronatalistas de Trump no son efectivas, no me gustan nada. Entiendo que los presidentes tienen una vida política al frente de sus gobiernos de cuatro años, y deben obtener resultados a corto plazo. Pero el tema demográfico hay que plantearlo a muchos años vista, es un trabajo de fondo. Los cheques, por lo general, son insuficientes porque los gastos nunca terminan». 

«Creo que es necesario que se ayude de verdad a este tipo de familias porque son las que están asegurando un relevo generacional. No se puede obligar a nadie a tener hijos, y lo entiendo y lo respeto, sobre todo porque la sociedad actual te invita a pensar que, por encima de todo, hay que pasarlo bien». Continúa: «Pero debe haber un trato justo con quienes de algún modo contribuimos a que en un futuro siga habiendo gente pagando impuestos para asegurar el pago de las pensiones».

Hay países, cuenta José Manuel, a los que España debería imitar: «De Francia para arriba lo hacen mejor que nosotros, pero sobre todo en los países nórdicos, que son el culmen del progresismo. Ahí se dieron cuenta de que no basta con dar ayudas solo en el plano económico, sino que hay que apoyar a estas familias también en el trabajo, porque como dice una compañera: en España la conciliación son los abuelos». Añade Trigo otra iniciativa que implementaría en nuestro país: «Que las prestaciones sean por hijo y escalonadas. La cantidad que te da el Gobierno por el primero aumenta cuando llega el segundo, y así sucesivamente».

El problema de la vivienda, explica, también les toca de cerca. «Es un gran hándicap. Por un lado, porque apenas hay vivienda social pese a que la ley dice que el 20 % de todas las promociones tiene que ser de pisos más grandes para familias numerosas, y no se está cumpliendo». 

Respecto a los perfiles de las familias numerosas, también han ido cambiando conforme la sociedad ha avanzado: «Ya las hay monoparentales y con progenitores del mismo sexo, aunque en Galicia aún son las menos».