Adiós al minifundio chabolista de O Castrillón: «Ya no tengo sitio donde cultivar, se acabó mi "hobby". A ver a quién le doy las gallinas»

VIVIR A CORUÑA

Una pala excavadora comenzó la limpieza de la finca ocupada en el vecindario coruñés. Es el paso previo necesario para comenzar la excavación arqueológica
18 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Cando comecei a cultivar esta terra, por aquí só estaba o instituto Monelos». La declaración es de un vecino de A Coruña. Tiene 86 años y está recogiendo los últimos enseres de valor de la pequeña huerta que lleva cultivando desde mediados del siglo pasado. Tomates, berzas o patatas son solo parte de lo que obtenía de este pequeño terreno agrícola, que ha quedado entre las calles Antonio Ríos y la avenida Concordia, hoy rodeado de edificios. «Eu xa me ía retirar», dice mientras abandona la parcela. Una pala excavadora limpiará esta semana toda la finca para que dé comienzo una prospección arqueológica en O Castrillón.
El instituto Monelos data de 1966. Se levantó por el crecimiento demográfico de A Coruña. El Estado necesitaba nuevos centros educativos que acogiesen a la creciente población migrante que llegaba del medio rural. Los nuevos coruñeses abandonaban el campo para trabajar en la incipiente industria, pero no perdían la costumbre del cultivo. «Eu fun albanel, pero nacín nunha familia que cultivaba a terra. Antes, en Galicia, co minifundismo, todo o mundo vivía do campo, non había case outra cousa», dice otro de los hombres que trabajaba esa finca de O Castrillón. Él vive al lado del solar, todavía tiene que recoger algunas plantas o pensar adónde se lleva las gallinas. «Esto o facíamos porque nos gusta, este foi o noso hobbie. Aínda teño plantadas unhas patacas, uns chícharos», añade.

Él tampoco quiere decir su nombre ni mostrar su cara, aunque deja claro que nunca hicieron nada ilegal, simplemente comenzaron a cultivar unas tierras que nadie estaba utilizando. «Os donos do solar nunca dixeron nada. Os propietarios estaban como Deus, mantiñámosllo todo limpo», afirma. Esta finca es propiedad de la Fundación Juana de Vega y la Sareb y forma parte de la junta de compensación del parque de Oza, ente que firmó un convenio con el Ayuntamiento de A Coruña para la urbanización del API AQ-28, que incluye las parcelas existentes entre el propio parque y el polideportivo municipal de O Castrillón.
Alfredo López sí que se anima a dar la cara. Su huerta ha sido la primera en ser derribada. Explica que la plantación era de su padrino, pero que se la estaba cuidando mientras él estaba hospitalizado. «Me avisaron de que hoy iban a quitar esto de aquí. Y llegué y ya estaba todo tirado, con las gallinas sueltas, los gatos no sé dónde van. Esto ha sido una invasión», cuenta. Todavía se pueden ver restos de alguna berza sin cosechar. Aguacateros o una parra ya fueron pasto de la pala excavadora. «Estoy jubilado, vivo en la Sagrada Familia y ya no tengo sitio donde cultivar. Esto era mi hobby, a ver a quién le doy las gallinas», apunta.
Buscando restos del castro de O Castrillón

Este más medio siglo de minifundio chabolista ha terminado con la prospección arqueológica. Emilio Ramírez González, director de la excavación, tiene la tarea de investigar los restos del yacimiento de O Castrillón. Fue en 2014, durante la ejecución de las obras de apertura de las calles Casanova de Eirís y avenida de la Concordia, cuando se hallaron los restos de lo que parecía una estructura habitacional, unas perforaciones que sugerían el posible asentamiento de postes de madera. También se hallaron otros materiales arqueológicos. Ello derivó en la inclusión de este yacimiento en el Plan Básico Autonómico.
«Antes de que se haga ningún otro tipo de obra, primero tenemos que reconocer exactamente hasta dónde puede llegar el yacimiento. O Castrillón, además… Bueno, el topónimo ya estaba catalogado porque hace referencia a un castro. Además, hay yacimientos cercanos, por ejemplo, el yacimiento romano de Eirís, que también está catalogado. Y el Castro de Elviña está a dos kilómetros y algo», explica el arqueólogo.
Hacia la urbanización del entorno del parque de Oza
El resultado de la excavación arqueológica es esencial para el devenir urbanístico de varias parcelas del barrio de O Castrillón. El objetivo es la recuperación de varios solares para la puesta en marcha de diversos desarrollos residenciales, con un 10 % de vivienda protegida, y también la creación de más áreas verdes y espacios de ocio para el vecindario. Actualmente, son zonas de maleza y también antiguos inmuebles que, por su insalubridad y estado actual, exigirán su demolición.
El convenio firmado por el Ayuntamiento de A Coruña y la junta de compensación del parque de Oza tuvo lugar el pasado 29 de julio. Tuvo un respaldo de más del 79 %. Sin embargo, en noviembre de 2024, la Asociación de Vecinos O Cruceiro Oza Urbanización Soto presentó 31 páginas de alegaciones al proyecto urbanístico. Desde la organización vecinal todavía están a la espera de la respuesta a esas alegaciones. Su mayor preocupación tiene que ver con la construcción de un millar de viviendas, incluidas tres torres de 17 pisos y la reordenación del tráfico.