El tufo aparece cada otoño junto al lateral del Espazo Xuvenil O Remanso, en el cruce de peatones de la calle doctor Enrique Hervada
12 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Esperar a que el semáforo de la calle Doctor Enrique Hervada, junto al Espazo Xuvenil O Remanso, se ponga en verde puede resultar desagradable estos días. Durante la espera, aparece un hedor de repente, persiste y no se desvanece hasta cruzar al otro lado del paso de peatones. La peste es inconfundible, a vómito. Miras al alrededor, pero no hay nada a la vista. Así que cruzas, con la duda bajo el brazo.
Esa pregunta se repite constantemente entre los viandantes durante los meses de otoño. Bien lo sabe Silvia Cebeira, bióloga y dinamizadora en el Espazo Xuvenil O Remanso: «Algunas personas sí que entran a preguntar por el olor. De hecho, algún compañero del ayuntamiento ha venido tras recibir llamadas de vecinos sobre malos olores en la zona». Ella lo tiene bien identificado: más que a vómito, lo describe como un dulzor muy intenso.
Esa apreciación es clave. Los efluvios mal olientes proceden del fruto madurado, casi descompuesto, de unos árboles que hay en un lateral del edificio. «El olor se produce después de que los árboles ginkgo biloba que tenemos aquí al lado fructifican y los frutos caen al suelo. Entonces, estos empiezan a madurar, a pudrirse y a desprender ácido butírico, que es la causa de ese olor desagradable», explica.
La relación con el recuerdo a vómito se debe a que el ácido butírico es uno de los componentes que pueden generar mal aliento, que se genera por la descomposición bacteriana de restos de alimentos entre los dientes, de la saliva, de células de la mucosa oral o de sangre, que producen sustancias volátiles como ácidos grasos simples, entre ellos el ácido butírico. Este componente, que también se encuentra de forma natural en el tracto digestivo, es el principal sustrato energético de las células que forman el intestino grueso, y además estimula la absorción de sodio y agua en el colon.
El olor a marihuana de un parque de Santiago
Esta época de finales del verano y principios del otoño también ha sido útil para descubrir el origen del olor a marihuana en el parque de la Alameda de Santiago, ubicado en la avenida de Compostela. Miguel Serrano, investigador del departamento de botánica de la USC, contó a este medio que la razón se debe a la Tulbaghia violacea.
«Las especies del género Tulbaghia emiten un aroma similar al del ajo, relacionado con la presencia y degradación del aminoácido cisteína, que contiene azufre, en compuestos orgánicos volátiles, y que, por tanto, son compuestos sulfurados. Según diversos estudios, el olor característico de la marihuana también está parcialmente relacionado con el de los aliáceos, aunque con sus propios matices, ya que es debido, precisamente, a diversos compuestos sulfurados volátiles. Ahí puede estar la conexión aromática», explicó.
En A Coruña, hay una zona donde también se percibe ese olor. Se trata de una mediana ajardinada ubicada en la calle Manuel Murguía, en el tramo entre la glorieta del Pavo Real y el estadio de Riazor. «Aquí huele mucho a marihuana», confirmó un vecino.