Los ciento y pico ramos tradicionales de San Xoán que salen de Vilaboa: «Poner hortensia es casi es un sacrilegio»

VIVIR A CORUÑA

Ni son floristas, ni lo hacen por dinero, pero durante estos días una familia de la comarca trabaja a destajo para hacer decenas de manojos para vecinos y clientes de toda la vida

21 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

María del Mar Ramiro, Emilio Ramiro y Teresa Barreiro son una familia —dos hermanos y un matrimonio— que llevan días trabajando para preparar, como todos los años, un centenar de ramos de San Xoán para vecinas y clientas de toda la vida. El objetivo es mantener una tradición familiar que comenzó con la bisabuela de los hermanos: «No se hace por dinero, lo hago por la tradición, lo llevo haciendo desde pequeña y tengo 61 años», cuenta María del Mar. 

Ella trabaja en un colegio, él es pintor y Teresa, cuidadora. Sin embargo, por esta fechas se convierten en floristas improvisados para surtir de ramos a Vilaboa, en Culleredo, y parte de A Coruña. «Esto xa ven desde a nosa bisavoa, logo da nosa avoa, seguía cunha tía, que vivía aquí. Logo un irmán noso, que tamén morreu, o facía. Esto é unha cousa que ven dos ancestros, é hereditario», cuenta Teresa. «Mientras Dios me dé salud, lo voy a seguir haciendo, no lo quiero perder nunca», añade María.

Qué hierbas utilizan para el ramo de San Xoán

La mayor parte de las hierbas de los manojos salen de la propia finca de los Ramiro, que se encuentra una zona que mantiene su esencia rural entre los bloques de edificios de Vilaboa y el aeropuerto de Alvedro. El resto, del monte. La casa apenas la usan salvo para guardar los utensilios del campo. Sin embargo, durante estos días previos a la noite meiga, la vivienda se transforma en una mini planta de producción. 

Las hierbas ya las tienen cortadas y divididas por variedades, una mise en place de ramos de San Xoán que no tiene ni hortensias ni rosas. «Eso es casi un sacrilegio», dice Teresa. «Nosotros hortensia jamás en la vida se la pusimos, ni rosas. Yo veo floristerías en A Coruña que los tienen con esas flores y nosotros eso no, lo que más tiene que llevar son hierbas», afirma María. La razón tiene que ver con el olor. «Si le pones mucha flor luego lo llevas a casa y eso no huele a nada, lo que huele es la hierba», sentencia.

Los manojos que salen de esta finca llevan hasta 14 elementos. Algunas de las más importantes son el romero, la malva, el fiuncho, la hierba luisa o la hierba de San Xoán o hipérico. Además, ellos le añaden castaño, nogal, espadana, codeso, menta, trebisco, pan de raposo, rula y santa maría. 

Qué ritual seguir con el ramo de San Xoán 

Una vez con el ramo en mano lo que se debe hacer es dejarlo en un barreño lleno de agua durante toda la víspera de San Xoán. Así se obtiene una especie de infusión, que se utilizará para lavarse la cara o todo el cuerpo al día siguiente. «Yo, personalmente, meto el agua en la nevera o en el congelador y la utilizo durante tres días porque padezco de varices y con este agua te queda la piel estupenda, y me lavo los pies todas las noches», cuenta María.

Con el ramo lo que hay que hacer después es colgarlo boca abajo en una ventana hasta el día de San Pedro, el 29 de junio. A partir de ahí se puede guardar para echarlo en las hogueras de San Xoán del año siguiente. «Yo lo quemo en la hoguera y digo que muera lo viejo y que viva lo nuevo», dice María. Otra opción es utilizar los poderes mágicos de las hierbas. «Se che pica un mosquito ou unha araña, colle un pouco dese ramo, quémao e con ese fume se cura», afirma Teresa.  .