Las tres Mari Carmen que se encargan (legalmente) de la gata callejera mejor cuidada de A Coruña: «El otro día le di hígado»
VIVIR A CORUÑA

El felino lleva siendo durante más de nueve años un vecino más de la zona
03 sep 2023 . Actualizado a las 22:56 h.La plaza Ocho de Marzo es un espacio extraño. Es pequeño, de paso y responde a una extensión de A Cubela. Sin embargo, tiene vida. La razón está en los bancos. Tiene muchos y están dispuestos casi en corro. Un hecho que invita a la conversación y la compañía. Así, todas las tardes, entre la hora de la merienda y el paseo perruno, un buen número de vecinas y vecinos se reúnen en esta especie de claustro. Entre ellos está Mari Carmen Casal que tiene la potestad municipal de alimentar a Michi, una gata rubia que vive la plaza. Sus compañeras de banco, también llamadas Mari Carmen, solo pueden ayudarla, porque no están autorizadas para darle de comer.
El felino lleva más de nueve años entre los matorrales del Ocho de Marzo. Vigilante y distante, no molesta al resto de vecindario, ni a los perros que cada tarde bajan a la plaza. «Ella sabe bien a quien se puede acercar», cuenta Mari Carmen. Una buena sintonía que se debe a que Michi está esterilizada: «Desde que está castrada no se mueve; antes sí que salía a buscar gatos y luego, a parir». Lo cierto es que se trata de una condición sin la cual no se obtiene el permiso municipal para convertirse en una colonia felina. Hay casi una veintena en la ciudad.

Actualmente, este es el único animal de la Colonia A Cubela. Antes tenían otra, pero murió tras ser atacada por un perro. «No sabemos quién fue. Cuando la encontré estaba toda desecha», relata Mari Carmen. Ella es la poseedora de un carné, expedido por el área de Medio Ambiente del Concello de A Coruña, que es el que le permite alimentar y mantener la colonia. Si no, está prohibido dar comida a animales callejeros.
A Mari Carmen le costó mucho conseguir esa credencial: «Para que me lo dieran, sudei», señala. Recibió la ayuda de la asociación Felinos Felices, que gestiona otras colonias del municipio, como la del parque de Santa Margarita o la de la playa de Oza. Covadonga Hernández, una de sus responsables, cuenta que a la administración municipal le cuesta admitir a más colonias. De hecho, reclama que no reconoce más de 70 que hay en la ciudad. Y pide más ayudas para llevar a cabo la esterilización de más gatos callejeros. En el caso de Felinos Felices, recibe del Concello 4.000 euros al año, pero Covadonga asegura que no les llega para la alimentación, las castraciones o si tienen que realizar algún otro tipo de intervención quirúrgica.
Esa realidad no sucede en la colonia de A Cubela, pues solo está Michi. Covadonga sabe que está muy bien cuidada y alimentada. Mari Carmen dice que le suele alimentar con latas de comida húmeda, pero «otros días le hace hígado», que le gusta mucho. Además, durante el invierno le suelen poner una zona donde resguardarse de la lluvia. Esta cuidadora en ningún momento se planteó llevarse a Michi a su casa. «Su sitio es esta plaza», sentencia.