El organizador de eventos Pablo García explica que cada vez más divorciadas celebran su recién estrenada soltería «liándola con las amigas en una cena baile». Y añade: «Recurren a estos planes cuando la separación ha sido traumática»
18 may 2023 . Actualizado a las 21:41 h.En el 2022 Galicia registró 5.117 rupturas matrimoniales. Se saturaron de tanta perdiz sobre todo los coruñeses, ya que esta fue la provincia que más divorcios anotó el pasado año. A que el amor romántico viva horas bajas algunos como Pablo García le sacan tajada, pues desde hace ya unos años organiza despedidas de casado, o más bien de casada, ya que son ellas quienes demandan este tipo de celebraciones. Y tiran la casa por la ventana, con estríper y a lo loco. Los papeles se han invertido y ahora las prometidas hacen planes más sofisticados con sus amigas: desde una escapada que incluye barco y cata de vinos hasta una ruta para conocer la ciudad. Mientras, esas mujeres que rondan los cuarenta y vuelven a estar solteras «prefieren liarla parda».
Lo explica Pablo García, que lleva veinte años organizando fiestas en Galicia, sobre todo en A Coruña y Sanxenxo. En la ciudad herculina cada dos o tres fines de semana tiene un grupo de chicas dispuestas a darlo todo en una «fiesta de divorcio» en el hotel Meliá María Pita, donde celebra una cena-baile «con drag queen que hace juegos erótico-festivos y mucha juerga». Comenta suelen ser pandillas de cuatro a cinco amigas que se juntan para festejar que una de ellas por fin ha dado el paso de separarse tras una relación traumática, o a quien le ha supuesto toda una liberación reencontrarse con la soltería. «Lo importante para ellas es pasarlo bien y no buscan encontrar al amor de su vida, más bien quieren pegarse una juerga a la antigua usanza; de hecho, en las despedidas de soltera casi ya nadie contrata a un boy, y en las despedida de casada son muchas las que lo piden».
Podría decirse que las fiestas de divorcio son las nuevas despedidas de soltera, pues estas se parecen más al estereotipo que cualquiera pueda tener en su cabeza, que a los planes de grupo que se realizan ahora antes de una boda. Del pene en la cabeza, el chupito de tequila y el «Yo nunca» se ha pasado al barco, el vino y la ruta de tapas. «Las catas, las salidas al mar y los tours gastronómicos son los planes que más demandan ellas en A Coruña, mientras que los chicos suelen tirar de planes más deportivos como el paintball o Humor Amarillo». Luego, eso sí, la copa en la zona de Palexco es casi obligada para todos.
Indica este experto que, pese a lo que pueda pensarse, es un tipo de turismo que sí interesa mucho a la ciudad. «Esto no es Magaluf, como mucho le puede pasar cierta factura a Sanxenxo, pero aquí no ves en fin de semana a grupos montando jaleo, es algo excepcional; sin embargo, sí se dejan dinero en hostelería de calidad». Como anécdota cuenta que está deseando que el Dépor ascienda. «Antes A Coruña era una ciudad muy atractiva para grupos de chicos que venían aprovechando algún partido, eso ahora apenas pasa», lamenta. Respecto a los lugares de origen de estos grupos, comenta que suelen ser pandillas que vienen de Ourense, Lugo y Asturias. «Del sur de Galicia no viene tanta gente porque prefieren Portugal, Oporto tiene mucho tirón», concluye.