¿Mejoró A Coruña en los últimos veinte años? Las propuestas de los vecinos que salieron adelante y las que cayeron en saco roto
VIVIR A CORUÑA
En el 2003, un concurso recogió las iniciativas de varios herculinos para incrementar la calidad de vida en la ciudad. Estas eran las ideas y esta es la realidad actual
25 may 2023 . Actualizado a las 17:03 h.Si veinte años no es nada que se lo digan a términos como bonobús, una palabra que ha caído en el más absoluto desuso y que, sin embargo, allá por el 2003 representaba una de las preocupaciones de los coruñeses. O al menos así lo reflejó el concurso «Mejora tu ciudad», una idea que nació en la asociación de vecinos El Ensanche y que invitaba a los herculinos a presentar una idea que ayudase a mejorar la calidad de vida en la ciudad, tanto en gestión, como en ocio como en cuestiones de tráfico o cultura. Con dos décadas más a sus espaldas, A Coruña ha tenido cuatro alcaldes de tres colores políticos distintos, su población está notablemente más envejecida —nunca antes había tenido tantos mayores de 64 años— y la expansión demográfica hacia el cinturón metropolitano es evidente, pues en este tiempo el censo de las grandes áreas vecinas se ha disparado en unas 30.000 personas.
Con todo, se puede hacer una retrospectiva y comprobar qué pasó con las peticiones que hicieron aquellos ciudadanos. Algunas nunca se llevaron a cabo, de hecho ahora no tendrían sentido; otras sí se ejecutaron y, después, están esas que siguen siendo reclamaciones habituales de los coruñeses. Empezamos el repaso.
Transformación de la Falperra
Este proyecto se llevó el primer premio y planteaba la transformación de la Falperra, a la que el autor, Héctor Francesch, denominó la «calle por entregas». Se proponía la renovación del espacio, aprovechando las zonas verdes y dotando al área de juegos infantiles, así como introduciendo elementos culturales que permitiesen la recreación histórica de la zona del Gurugú.
Francesch lleva años sin vivir en la Falperra, y explica que esta iniciativa amateur se le ocurrió porque entonces «era una zona desangelada y algunas partes, como el parque que da a la ronda de Nelle, parecían un gueto». Ahora frecuenta poco este barrio, pero cree que no ha habido demasiadas mejoras.
Carlota, vecina de la zona y arquitecta, considera que se ha mejorado considerablemente en cuanto a accesibilidad con las escaleras automáticas. Sin embargo, lamenta que hayan cerrado muchos comercios de barrio de toda la vida. Además, añade, «hay más solares vacíos y las zonas verdes están bastante descuidadas».
Coruña para todos
Esta propuesta consiguió el segundo premio. El plan proponía la creación de una guía sobre accesibilidad dirigida, sobre todo, a personas con movilidad reducida.
La ciudad tiene ya una guía donde se dan a conocer los recursos turísticos y las facilidades que se ofrecen para el acceso de personas con diversidad funcional. En ella aparecen alojamientos, transporte, aparcamientos, museos, jardines o edificios históricos. También aparecen fichas en las que se valoran elementos como la presencia de barreras arquitectónicas. Esta guía se elaboró de la mano de Grumico (Grupo de Persoas con Discapacidade da Coruña).
El parque de Bens
Se proponía un aprovechamiento del parque de Bens que contase con un sendero autoguiado, la instalación de paneles orientativos, aumentar la promoción del lugar, realizar actividades e implantar servicios casuales.
Con 33 hectáreas es el pulmón verde de la ciudad y, desde el 2018, tiene el mayor área canina de A Coruña. Además, en la actualidad cuenta con zona de ejercicios y mobiliario urbano. La Fundación Jorge Jove acordó en el 2015 que más de 107.000 metros cuadrados de este espacio público serían destinados al Museo de Automoción que, finalmente, estará en Sabón. Lo que sí se encuentra en este antiguo vertedero es el centro municipal para el clima y la energía sostenible Fernando Roade, inaugurado en el 2021.
Peatonalizar Juan Flórez
Óscar Angueira proponía peatonalizar Juan Flórez. El autor pretendía levantar un túnel en la zona, que evitaría el ambiente insalubre y que posibilitaría la construcción de un aparcamiento.
En el 2003 aún no se utilizaba el —tan machacado— término «humanización» y la sostenibilidad ni existía. Juan Flórez no se ha convertido en peatonal en este tiempo, pero sí muchas de las calles adyacentes, como Emilia Pardo Bazán. Lo que para unos ha sido un hito para otros es un quebradero de cabeza que no dudan en manifestar en público.
Turhistoria
Esta iniciativa proponía que los turistas pudiesen recorrer la ciudad en autocar o tranvía, explicando con detalle las zonas de referencia.
El tranvía turístico fue un símbolo de la ciudad que, sin embargo, ya queda en un sueño lejano. Pese a todo, alguna vez se ha planteado en plenos municipales la posibilidad de recuperarlo. El pasado año se anunció que A Coruña contará con una línea turística de buses eléctricos que facilitarán a los visitantes recorridos por puntos de interés, como la torre de Hércules o el monte de San Pedro, a través de un medio de transporte no contaminante.
Nuevo museo
En este caso se pretendía importar el modelo del museo Guggenheim de Bilbao, en cuanto a estilo y contenidos, para colocar A Coruña entre los puntos de referencia cultural en España.
El gran momento del arte y la divulgación en A Coruña ya había ocurrido. Fue en 1995 cuando se inauguró la Domus, el Museo de Belas Artes y la sede de la Fundación Barrié en A Coruña. El 2023 está siendo especialmente prolífico en materia artística gracias al año Picasso y la exposición de Steven Meisel, que efectivamente sitúan a la urbe herculina como referente cultural.
La duna artificial de Riazor
La intención de Francisco Serrano era la de eliminar la duna artificial de la playa de Riazor y evitar los daños producidos por las olas a través de barreras submarinas que tendrían un impacto visual nulo.
La duna sigue amortiguando el efecto de los temporales, que el cambio climático no ha extinguido. Erguida en 1995, el Concello declaró el pasado enero que se estaba estudiando un «nuevo diseño para la barrera de arena» que la haga más efectiva. Hay duna para rato.
Plaza de Pontevedra
Este proyecto buscaba un cambio en la red de semáforos o la peatonalización de Juana de Vega para eliminar problemas de tráfico y de espacio en la plaza de Pontevedra.
La plaza de Pontevedra ha cambiado. No tanto, eso sí, los problemas de tráfico. En el 2008 una reforma proponía dar prioridad a los peatones sobre los vehículos, volviendo a otorgarle a esta plaza su estatus de punto de encuentro. Esa reestructuración proponía la eliminación de la cafetería Manhattan, que se rechazó y que, todavía, sigue siendo un emblema para muchos herculinos. La plaza, eso sí, se ha quitado años de encima desde que está el Wok Two, que sí es punto de encuentro para los más jóvenes de la ciudad. Quedan en Ppon (pronunciado pepón).
Bonobús
La idea de una estudiante era ampliar los puntos de venta del bonobús y eliminar las restricciones de usuarios.
En el 2008 nacía la tarjeta Millennim, que se autodefine como «la llave para moverse en autobús por la ciudad y por su área metropolitana de forma sencilla y económica». Y que sirve también para el servicio de BiciCoruña y como carné en las bibliotecas municipales.
Lo cierto es que las quejas de los usuarios respecto a los fallos de este sistema han sido recurrentes durante años y, en los últimos meses la principal reclamación es la mejora del sistema para darse de alta o solucionar un fallo técnico, pues conseguir cita ha sido en alguna ocasión una misión imposible. Para subsanar este problema existe la aplicación Millennium Próxima, que los ciudadanos pueden descargarse en el móvil siempre y cuando sean usuarios de Android.
Reciclaje de basuras
Ana García apostaba por la creación de una política de reducción, reutilización y reciclaje de basuras que prime la recogida selectiva de origen, el compostaje y la participación activa de todos.
En la actualidad, los coruñeses se encuentran con cuatro contenedores que recogen diferentes tipos de residuos: orgánicos, inorgánicos, vidrio, y papel y cartón. Luego, en Nostián se separan los residuos entre orgánicos (húmedos) e inorgánicos (secos); el cartón y el vidrio tienen contenedores propios y un recorrido diferente. Además, A Coruña cuenta con la cooperativa Mulleres Colleiteiras, que se encargan de recoger el aceite usado, que puede depositarse en estos 76 puntos en la ciudad.
Bicicletas
El uso de la bicicleta como transporte urbano era la idea de Irene González. Recomendaba crear espacios adaptados al vehículo y otorgar más libertad a los usuarios.
En el 2011 A Coruña lanzaba un titular al mundo: se embarcaba en el proyecto de crear el carril bici más largo de Europa, con 45 kilómetros transitables. Doce años después, esta senda tiene ya más de 50 kilómetros y su ampliación continúa. Lejos está, eso sí, de conseguir algún récord. En Italia, el del lago di Garda, en el norte del país, tiene 140 kilómetros circulares y atraviesa Lombardía, Trento y Veneto.
El uso de la bicicleta se ha extendido también en la ciudad herculina gracias a BiciCoruña. El pasado abril, sin ir más lejos, se superaron los 4.000 usos diarios y se pusieron en marcha tres nuevas estaciones: en Monte Alto, Cuatro Caminos y Eirís.
Pintadas
La colocación de postes de libre expresión para los graffittis permitiría acercar el arte a la calle, comentaba entonces Marcos Fernández.
Como se explica en este artículo publicado el pasado marzo en La Voz, en Galicia varias urbes le llevan la delantera a A Coruña en cuestión de arte urbano. Los artistas se quejan de la falta de espacios para dar rienda suelta a sus inquietudes y, comentan, el apoyo institucional es escaso. En la actualidad puede verse en As Lagoas el mural de Diego As, autor del mejor grafiti del mundo que, por cierto, está en Lugo.
Campamentos urbanos
Los campamentos urbanos eran, para Julio Pérez, la mejor alternativa de ocio para los más pequeños. Proponía ponerlos en práctica en la ciudad.
El Ayuntamiento de A Coruña confirma que este verano habrá de nuevo campamentos urbanos, pero aún no está cerrado el programa. Con estas iniciativas se pretende dar respuesta a las necesidades de conciliación de las familias en los períodos vacacionales, suelen realizarse en centros cívicos de las diferentes áreas municipales.
Torre de Hércules
Cristina Espada proponía mejorar el acceso a la torre de Hércules.
Hasta hace solo unos meses las entradas para acceder al icónico faro herculino no se podían comprar a través de Internet, lo que provocaba que muchos turistas se quedasen sin poder realizar la visita de rigor cuando intentaban comprar su pase in situ. Las colas para conseguir tiques fueron durante años una constante, a lo que se suman reincidentemente las quejas de los vecinos de la zona por el «deplorable estado» del entorno de la torre.