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Por qué El Corte Inglés y el Centro Comercial Cuatro Caminos siguen incombustibles: «Son los de toda la vida»

VIVIR A CORUÑA

Fachada de El Corte Inglés de Ramón y Cajal.
Fachada de El Corte Inglés de Ramón y Cajal. ANGEL MANSO

La ubicación del barrio, una clientela cercana y diaria y una buena conexión con el transporte público son la receta de su éxito

13 abr 2023 . Actualizado a las 17:02 h.

El outlet y el Hipercor de El Corte Inglés del centro comercial Marineda City cesarán su actividad el 31 de julio del 2023. Un cierre que afectará a 241 trabajadores y que se une al ocaso de otras grandes áreas comerciales, como la extinta Dolce Vita, los cines de Los Rosales o el fantasma de Espacio Coruña. Mientras tanto, El Corte Inglés de Ramón y Cajal y el Centro Comercial Cuatro Caminos permanecen impertérritos ante el paso del tiempo, al nacimiento de nuevos competidores (como será al próximo Breogán Park) y de los cambios en el modelo de negocio del retail con el auge del comercio electrónico. La razón tiene que ver con una tendencia comercial, que explican los propios clientes de la gran superficie coruñesa: «Yo vengo a este Corte Inglés porque me queda al lado de casa, hoy por ejemplo me he pasado a comprar el pan», cuenta Araceli que cruzaba la entrada de la avenida Alcalde Pérez Ardá bien temprano, poco después de las 10.00 horas de la mañana. 

Estar más próximo a los clientes es una tendencia del sector retail de la que las grandes firmas se percataron hace tiempo. Desde el 2017, compañías como MediaMarkt, Decathlon, BriCor o Leroy Merlin comenzaron a abrir establecimientos pequeños en el centro de las grandes ciudades. El objetivo es estar más cerca de sus compradores, ya sean los de la propia tienda física o los que acuden para la recogida de pedidos de la venta online.

Tanto El Corte Inglés como el Centro Comercial Cuatro Caminos llevan jugando este papel desde hace más de un cuarto de siglo. Así, Carmen ya entiende esta superficie como un comercio de cercanía. Ataviada con el carro de la compra en la entrada de Ramón y Cajal, dice que no ha ido nunca a Marineda City porque no le «gustan los macrocomercios». Lo mismo opina José Luis, que dice: «a los coruñeses no nos gustan los grandes mall al estilo americano, aquí somos más de barrio». E, incluso, Mari Luz cuenta que es clienta porque le queda «cerca de casa», y eso que vive en plaza España y, por tanto, viene en bus.

Lo cierto, más allá de la ubicación céntrica, es que la zona de Cuatro Caminos está muy bien comunicada con el resto de la ciudad a través del bus urbano y, además, frente a El Corte inglés está la estación de buses, donde acaban o empiezan las líneas interurbanas. Y, a un paso, está la estación de tren. Una buena conexión que falta en Marineda City, donde solo se puede llegar en la línea 11 de autobús. «Para venir aquí no dependes del coche y para ir a Marineda City hay muy mala combinación, como mínimo tienes que hacer transbordo», aseguran Merche y María mientras desayunan en O Petón. Una queja que también tienen los trabajadores que utilizan el transporte público para ir a A Grela.  

En este sentido, Eduardo apunta desde Joyería 36 que la apertura de Marineda City quizá les quitó clientes del área metropolitana, como de la zona de Arteixo o Carballo, que obligatoriamente tienen que coger el coche. Sin embargo, señala que «la gente de A Coruña sigue viniendo al centro comercial».

«CTV», coruñeses de toda la vida

La última de las razones que esgrimen los clientes hacen referencia a que ambas superficies son comercios de «toda la vida», como dice Susana, la dependienta del puesto de gominolas. Con quien coincide la camarera del Gasthof: «Este es el de siempre», sentencia mientras limpia la vajilla de los desayunos. 

La inauguración de estas grandes áreas es coetánea al crecimiento y modernización del barrio de Cuatro Caminos, que a finales de los 80 pasó de ser una zona semiindustrial a un barrio con más viviendas y más comercios. Juan Iglesias, presidente de la Asociación de Veciños A Barcarola-Centro Social Santa Lucía, que vive en el barrio desde que tenía un año yahora suma 65, recuerda muy bien la llegada de El Corte Inglés y el centro comercial, pues supuso un gran cambio para todos, tanto a nivel de creación de empleo como llegada de población de ayuntamientos cercanos, dice.

Una evolución que sigue estando presente en la actualidad. La calle Alcalde Marchesi y Río Monelos se encuentran en obras de peatonalización y humanización, como también lo está Santiago Rey Fernández Latorre. Y cerca está la plaza de la Fábrica de Tabacos, que cuenta con un buen número de negocios nuevos y viviendas de nueva construcción. Una inversión inmobiliaria que sigue manteniendo el interés en la zona, como sucede en la calle Caballeros, que tiene dos edificios nuevos y otro proyectado para la parte de Alcalde Pérez Ardá.