Qué tiene y a qué sabe una de las mariscadas más baratas de A Coruña

VIVIR A CORUÑA

El restaurante Xestal, en A Franja, anuncia en cartelería modo turista uno de los platos por antonomasia de la gastronomía gallega

09 abr 2023 . Actualizado a las 22:21 h.

Los influencers de gastronomías se han vuelto locos con Street Fish, un bar de Barcelona (Nicaragua, 140) que tienen en carta una de las mariscadas más baratas de España. Cuesta 14 euros y, literalmente, la sirven a palazos. Aquí, en A Coruña, estamos poco acostumbrados a esa filosofía low cost en cuanto a crustáceos se refiere. Pero la ciudad sí cuenta con un establecimiento, Xestal (Franja, 38), que anuncia este plato tan gallego por 40 euros para dos personas. Nos acercamos para saber qué tiene.

La propuesta de la freiduría catalana cuenta con gambas, mejillones, calamar, volandeiras y navajas. Un buen número de piezas, pero del catálogo de los moluscos, siempre más económicos que otros manjares del mar. El restaurante coruñés, en cambio, profundiza por seis euros más por persona en el listado de productos y permite probar nécoras, centollo o, incluso, los prohibitivos percebes (aunque sean del tamaño de un meñique). 

Esta mariscada de Xestal se anuncia con grandes carteles a pie de calle, con el ojo puesto en el guiri o el madrileño despistado. Quizá por ello, las críticas en la plataforma TripAdvisor son malas, aunque no al nivel del Taberna do Pulpo, que ocupa la última posición de el ránking de restaurantes de la ciudad. No obstante, los principales comentarios se ceban con el camarero y dueño del establecimiento.

El señor en cuestión es orondo y serio, pero sabe lo que es trabajar en hostelería. Xestal se inauguró en 1989 y ha servido y sirve a todo tipo de personas, a la clientela coruñesa fiel que quiere comer marisco a buen precio, al extranjero despistado o al famoseo más nacional. Fotos de Sergio Dalma, Elena Furiase o Ernesto Sevilla decoran una de las paredes del local.

Este paseo de la fama hace de testigo de lo que fue este establecimiento y es una prueba de la experiencia ganada. Una que se aprecia en los pequeños detalles. Por ejemplo, el vino lo sirven a la temperatura correcta; el pan está fresco y rico, y aceptable, la empanada que acompaña a la bebida. Otra punto positivo es la rapidez con la que llega la parrillada, un halago que se deshace al probar la parte del plato que va cocido. 

Qué tiene la mariscada de Xestal 

Parrillada de marisco del restaurante Xestal, en A Coruña.
Parrillada de marisco del restaurante Xestal, en A Coruña.

  • Una docena de gambas: lo mejor de la mariscada, estaban en su punto, bien sazonadas y llenas de carne.
  • Dos cigalas: una era más pequeña que la otra, pero ambas estaban bien hechas. El sabor casi hay que agradecérselo más al punto de sal que a la calidad del producto. 
  • Un puñado de berberechos y otro de mejillones: los primeros tenían más sabor que los segundos, pero ambos estaban cocidos desde hace horas. Estaban fríos y casi arrugados como una pasa. 
  • Dos nécoras: no estaban llenas, pero estaban buenas.
  • Un centollo: las patas estaban un poco insípidas, pero el caparazón y su mezcla, para chuparse los dedos. 
  • Dos racimos de percebes: los que nunca hayan probado unos, si los toman en Xestal ya pueden decir que lo han hecho. Sin embargo, mucho más mar (en cantidad y calidad) debe tener un percebe. 
  • Dos calamares: como en el caso de las cigalas, vale más la mano del cocinero que la del producto. 
  • Dos navajas: bien hechas y aliñadas, pero con tierra. 

La cuenta al final sumó los 40 euros de la mariscada, los 2,30 euros de la caña, los 2,50 euros del vino y los 0,80 euros del pan. Un precio bien equilibrado con la calidad del producto. Los que no hayan probado nunca una mariscada gallega, podrán decir que han comido una y se quedarán con un sabor de boca, sin adjetivos.