
Tres estudiantes de Erasmus vinieron a hacer turismo a la ciudad herculina gratis, ya que también durmieron en la playa. Conocieron la primera tienda del imperio textil y esperaban en Linares Rivas a que un alma cándida les fuese acercando a Portugal
06 abr 2023 . Actualizado a las 21:08 h.Puede ser que a veces España no sea Europa. Ver en pleno 2023 a tres turistas haciendo autoestop en el centro de A Coruña deja una postal, como poco, noventera. Sin embargo, a Bob y a sus dos amigos lo que les llama la atención es que los viandantes los miren extrañados. Son un alemán, una francesa y un polaco —no es un chiste— que estuvieron menos de 24 horas en la ciudad, pero que a su parecer exprimieron bien la visita.
Estudiantes de Erasmus en Madrid, aprovechan el período vacacional de Semana Santa para conocer la península ibérica. Primero llegaron a Santander —Bob en autoestop desde Madrid y sus colegas en Blablacar—, y recurrieron de nuevo al sistema del pulgar hacia arriba para llegar a Portugal. Aunque pueda parecer que no quedan conductores piadosos, lo cierto es que dicen que con un poco de paciencia llegan al destino que se pongan por delante.
El martes hasta tres vehículos les fueron acercando poco a poco a la frontera con el país luso, llegando cuando oscurecía a la ciudad herculina. Es curioso, pues el chófer, que les especificó una ruta de qué hacer en A Coruña, lo primero que hizo fue depositarlos en el Zara de Juan Flórez. «Nos explicó que era el primero del mundo y nos hicimos una foto con él, fue muy simpático», comenta Bob.
Después, con el objetivo de seguir viajando por el menor coste posible, decidieron dormir a la fresca. «Pasamos la noche en la playa que hay debajo del faro [la torre de Hércules]». Cuando amanecieron conocieron el centro de la ciudad y se dispusieron a emprender la aventura de llegar a Portugal, pasando previamente por Santiago. Para ello se plantaron en Linares Rivas a la espera de que un alma cándida les acercase a la capital gallega. Llevaban tan solo unos minutos y, armados de paciencia y confiando en la suerte, estaban convencidos de que conocerían el Obradoiro.
Aseguran que no hacen autoestop por falta de posibles. Eligen esta alternativa porque, además de ahorrar, «conoces gente, aprendes idiomas y los locales te dicen los mejores sitos que visitar; me sorprende que en España no lo hagáis», indica Bob.