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En Finca Montesqueiro aclaran con cuánta antelación empezar a organizar el convite, si es de buena educación poner una mesa de solteros y otros temas clave para dar en el clavo en el banquete

L. G. V.

«Organizamos bodas con tres meses de antelación si los novios se adaptan a una fecha que esté disponible, aunque lo recomendable es reservar con un año de antelación la finca o el pazo para ir más desahogados en lo referente a contrataciones con proveedores y empresas del sector». Lucía Cidón pone sobre el mantel los tiempos que deben manejar las parejas que estén pensando en pasar por el altar para, a continuación, hablar de modas, tradiciones y cambios que se están viendo en los convites en los últimos años en A Coruña. Es la directora de Grupo Montesqueiro, entre los que se encuentra Finca Montesqueiro, uno de los espacios más demandados de Galicia a la hora de celebrar un evento. Como en todo, en las fiestas también hay tendencias, así que esta experta ayuda a los futuros matrimonios a separar el grano de la paja para arrasar el día de su boda.

  • Tendencias gastronómicas

«Esto es Galicia, aquí sigue mandando el buen producto y la cantidad». Con esto quiere decir Lucía Cidón que aunque las modas cambien, en esta comunidad va a seguir primando la contundencia y sabores de toda la vida (explica que sigue arrasando el pulpo, la empanada o el jamón recién cortado) con mezclas más vanguardistas. «Esto para el cóctel, que ahora tiene una importancia fundamental». Tanto que, según indica, cada vez se apuesta por este formato en su versión más extensa y una comida o cena con uno o dos platos.

La recena es otro apartado fundamental del ágape. Algo que hasta hace unos años apenas se contemplaba. Ahora la mayoría de pazos y fincas, como es el caso de Montesqueiro, la incluyen en el menú, y puntualiza Lucía Cidón: «Triunfa más el salado que el dulce, sobre todo las mini hamburguesas, perritos calientes o pizza».

  • ¿Hay platos prohibidos en una boda?

Cidón cree que no existen (o no deberían existir) vetos en el menú. Ahora bien, sí piensa que es «arriesgado» optar por ciertas elaboraciones. «Hay algunas veces que creemos que porque nos gusta un plato, va a encantarle también al resto. Es decir, yo por ejemplo nunca pondría pato o solomillo de cerdo como plato de carne, optaría por una opción más clásica como un solomillo grillé, un solomillo de vaca que va marcado entero a la brasa y es una de nuestras especialidades». 

  • ¿Hay lugar para la tarta nupcial?

Para algunos es un concepto demodé, pero otros no pasan sin esta tradición. La directora de Grupo Montesqueiro comenta que «aunque antes era casi obligatorio incluirla en el menú ahora no todo el mundo la quiere, pero es cierto que aún hay un porcentaje elevado de parejas que la quieren porque queda para el recuerdo y sigue teniendo arraigo generacional».

  • La música: cuándo y cómo

«La música es un factor fundamental en cualquier tipo de celebración, y en una boda una buena planificación en este tema es indispensable para el propio desarrollo del evento. En el cóctel se puede optar por música ambiental o contratar un grupo que amenice el momento; durante el banquete lo ideal es dejar música de fondo que no moleste en las conversaciones que transcurren en cada mesa. Después es obligado disponer de un buen dj que amenice la fiesta y todo el tema audiovisual e iluminación, para crear realmente una buena fiesta», aclara esta especialista.

  • ¿Es de buena educación que los novios no se sienten con su familia en el banquete?

«Hoy en día este acto protocolario no es de obligado cumplimiento, aunque sí sigue siendo el más solicitado», comenta Cidón, que continúa: «Hay otras opciones por las que se pueden decantar las parejas y no supondrían una falta de educación si las partes están de acuerdo con la decisión. Hemos tenido parejas que se han sentado los dos solos, otros con amigos, hermanos o incluso primos».

  • ¿Tienen cabida a día de hoy las «mesas de solteros»?

Con lo de que «de una boda sale otra boda» muchas parejas durante años incluían una mesa de solteros en el banquete. Sin embargo, ahora hay gente que se siente incómoda con este concepto. Para Lucía Cidón la clave es siempre «buscar combinaciones afines entre comensales, del tipo que sean».