A Coruña, a la cola del resto de Galicia en arte urbano: ¿rechaza la ciudad estas expresiones artísticas?

VIVIR A CORUÑA

Con Vigo como referente, varios artistas se quejan del poco apoyo institucional a estas manifestaciones «underground» que, explican, podrían tener un «efecto dinamizador del turismo»
14 mar 2023 . Actualizado a las 14:50 h.«Nuestro objetivo es convertir A Coruña en un gran museo al aire libre, pero también promover el respeto y la diversidad en el arte urbano». Estas fueron las palabras de Inés Rey al inaugurar la obra que Diego As pintó en la zona de As Lagoas, en pleno paseo marítimo. Fue el pasado julio cuando A Coruña recibió la lucha de Hércules contra Neptuno, una creación que va en sintonía con la que este lucense tiene frente a la muralla de Lugo, y que ha sido considerado el mejor grafiti del mundo por el portal Street Art Cities. Con infinidad de ciudades y pueblos volcándose en firme con el arte urbano, para algunos artistas de la urbe esta apuesta fue algo así como hacerles luz de gas. Según relatan, en A Coruña hay un apoyo institucional casi inexistente a grafitos y murales, muy lejos de lo que ocurre en Carballo, Ferrol, Santiago o Vigo. ¿Por qué esta ciudad es reacia a estas intervenciones artísticas?
Gabriel Taccone es un venezolano que llegó hace tres años a la ciudad y, como agradecimiento, creó una serie de camisetas inspiradas en la torre de Hércules. Fue todo un éxito y las prendas se agotaron antes de lo esperado; sin embargo, tiene una espinita clavada. «Realicé trabajos en la Gaiteira, Alcalde Marchesi y en el paseo marítimo, pero los borraron. Además, les he pasado varias propuestas de proyectos al Concello para que la ciudad deje de ser tan gris y los ciudadanos se familiaricen con el arte urbano; me dicen que lo van a valorar y al final siempre queda en nada». Se refiere Taccone, por ejemplo, a la idea de llenar de color la escalinata de Santa Lucía, que considera que podría mejorar considerablemente su estética. «Yo valoro mucho el trabajo de Diego As, pero creo que fue más una cuestión de obtener titulares, por sus premios, que de creer realmente en este tipo de cultura», concluye.

Julia Lago, que tiene la galería Grelería en la calle Arco, comparte esta sensación. Hace unos años pudo darle rienda suelta a su potencial junto a tres artistas en un muro de la playa de Oza en lo que, para ella, fue un quiero y no puedo. «O espazo que tiñamos era moi xusto para meter catro obras, tería sido mellor repartilos pola cidade», comenta. Menciona, además, la persecución que se hace del arte urbano no es institucional; o lo que es lo mismo, el que no se realiza por encargo. «Ambos son necesarios, pero está ben que se permita crear de forma libre e honesta, en barrios con identidade, para aportarlle a estas zonas un extra de valor artístico».
De este modo, cree que A Coruña podría permitirle a sus vecinos opinar sobre dónde estaría bien que se dejase pintar a los artistas urbanos. Asimismo, explica que ha recibido varias llamadas de comunidades de vecinos interesados en mejorar las fachadas con sus ilustraciones, pero como es un gasto elevado para unos particulares, suele quedar en nada. «Co respaldo público poderían facerse moitas cousas, e a xente si ten interese».
Los grafitis hiperrealistas de Mon Devane son ya clásicos de algunas zonas de Ourense, Lugo o Cambre —concello que tiene el Cromático Mural Fest—. Sin huella en A Coruña, cree que permitir el arte urbano, y contar con él, es sobre todo una manera de apoyar la cultura en cualquiera de sus formas. «Yo trabajo pintura tradicional y costumbrista, y pienso que estas creaciones son una alternativa para combatir el feísmo y darle una segunda vida, al menos desde fuera, a edificios abandonados; que esto abunda en Galicia». Continúa: «Vigo me parece un ejemplo de ciudad que apuesta por el arte urbano, pero de A Coruña no puedo decir lo mismo».
Añade, para finalizar, que no hay que menospreciar el papel dinamizador del turismo que estas expresiones underground tienen en los últimos tiempos. «Las redes sociales han hecho el arte urbano más accesible y conocido por todos, y esto hace que alguna gente vaya a determinados sitios a propósito a ver un mural o un grafiti».