Así se gestó la pedida de mano en el partido del Deportivo: «Me llevé un empate y una victoria»
VIVIR A CORUÑA
La petición de matrimonio no salió como la había organizado el novio, pero la pareja se lleva un recuerdo imborrable
13 mar 2023 . Actualizado a las 17:03 h.Sergio Blanco y Sofía Sampaíño, ambos de 37 años, ya tienen buena parte de la boda organizada y también fecha, la próxima noche del 23 al 24 de junio, día de San Juan, referencia clave para los coruñeses. Sin embargo, no había tenido lugar ni pedida de mano oficial ni anillo de por medio. Algo que echaba en falta Sofía y que era motivo de mofa entre la pareja al ritmo de ¿Y el anillo, pa' cuando?, de Jennifer López. Un acontecimiento necesario que tuvo lugar el domingo en el estadio de Riazor en el partido que enfrentó al Dépor contra el Real Madrid Castilla. «Yo lo hago todo a lo grande o no hago nada», señala el novio.
Esta pareja se conoció con el fútbol sala de contexto, en un partido en el Palacio de los Deportes de Riazor. Así, lo primero en lo que pensó Sergio es que la pedida fuera en este ambiente. Sin embargo, quería algo más espectacular, con lo que «se quedara de piedra». Ahí surgió la idea de hacerlo en un partido del Deportivo, equipo del que ambos son seguidores. Además, como directivo del 5 Coruña Fútbol Sala, Sergio tenía algún contacto para organizar una pedida especial. La decisión de hacerlo en la jornada contra el Castilla se debe a que Sofía también es aficionada del Real Madrid.
Lo primero que pensó el novio era hacer algo en el campo. Para ello, no solo había que hablar con los responsables del Deportivo, sino también con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La intención era hacer bajar a Sofía al césped y tirar un penalti con los ojos vendados, que tendría como premio a un novio hincando rodilla. Eso finalmente no se pudo realizar, así que el espectáculo se pasó a la grada.
Ahí, la «Biquiño cam» se convirtió en la casamentera. Lo que se había preparado era que las pantallas del estadio pincharían la imagen de la grada donde se encontraba la pareja para que Sergio se declarase. Y fue lo que finalmente pasó, pero tras varias tandas de anuncios y un reloj que casi indicaba la reanudación del partido. «Fue de locos, yo con Sofía al lado, viendo pasar los minutos y hablando con los del Dépor por el móvil», cuenta Sergio. «Yo creo que por eso me salió el baile que me salió después», añade.
Sin duda, la historia tiene final feliz. Sofía no solo dijo que sí, sino que se quedó de piedra, uno de los objetivos que buscaba Sergio con la pedida. «La gente que estaba a nuestro alrededor nos empezó a felicitar y luego también nos paraba a la salida del campo, nos dio mucha vergüenza», señala. «El domingo me llevé un empate y una victoria», añade.
La siguiente jornada será el día de la boda, «nuestro partido mágico», como la pareja ha descrito al evento.