La primera Navidad con luces de Xuxán en A Coruña, un barrio en construcción: «Quien ilumina el barrio son las familias»
VIVIR A CORUÑA
Vecinos reclaman más parques, líneas de bus y accesos a Matogrande y Alfonso Molina
18 dic 2022 . Actualizado a las 11:27 h.El incipiente barrio de Xuxán ha estrenado este año sus primeras luces de Navidad, unos pequeños detalles en farolas que indican que todavía es un barrio en construcción. De hecho, José Gil, vecino desde el año 2021, dice que las luces son «vergonzosas». Lo cierto, los habitantes de este nuevo barrio tienen sendas reclamaciones de servicios que necesita el barrio, como línea de bus, más parques y la mejora de los accesos. Así, ya están pensado en formar una agrupación vecinal. «El día que seamos 1.000 vecinos nos harán más caso», cuenta.
Xuxán, un barrio en construcción
Los primeros vecinos del barrio de Xuxán llegaron en el año 2019, fecha en la que había muchos menos zonas urbanizadas que ahora. Precisamente, este año es cuando llegaron los primeros árboles, en concreto, 121 ejemplares de betula pendula (abedules). Y, también, se estrenó el pasado mes de noviembre una zona de juegos y el parque de calistenia. Dos servicios más que van completando un barrio que necesita más para que sea más cómodo para sus vecinos y para que tenga más vida. «Sí, el barrio está muy desangelado», señala José.
Diego José García, otro vecino, confiesa que al barrio todavía le queda evolucionar mucho. Así, confía en que a medida que vayan llegando más vecinos, las viviendas en construcción actualmente llegan a las 200, vengan acompañados de las mejoras de las instalaciones por parte de la administración municipal y, también, crezca la iniciativa privada para que comience a haber desde locales de hostelería a panaderías y otros negocios. No obstante, lo que más demandan los vecinos es la mejora de los accesos en coche, a través de Matogrande y Alfonso Molina, y la conexión con la línea de bus urbano de la ciudad. «Para coger el bus tenemos que ir al barrio de las Flores o a Matogrande», cuenta. Además, tienen otra bajando por el puente peatonal que da a Alfonso Molina.
José Gil también señala que necesitan un contenedor para reciclar aceite, algún local social para hacer actividades de barrio, como la chocolatada que organizaron este año para celebrar el Samaín, y un parque para niños, pues el inaugurado el pasado mes de noviembre es adecuado para menores de cuatro años. Y la zona para la practica deportiva es para jóvenes, adultos y jubilados. «Los niños comprendidos entre esas edades nos tiene dónde jugar», señala Gil, que recuerda que «los vecinos de Xuxán también pagamos impuestos».
A pesar de esta realidad, tanto José como David están contentos con las viviendas compradas, sobre todo, porque son de obra nueva y a un buen precio, «teniendo en cuenta lo que se maneja en el resto de la ciudad», señala Gil. Así, confían en que el vecindario siga creciendo y ganando tanto en servicios como en negocios. De referencia tienen al barrio contiguo, Matogrande, que con poco más de un cuarto de siglo de historia se ha convertido en una zona de moda, con diferentes locales de hostelería. Ese es un buen escenario, pero los vecinos consultados confían en que la zona sea más residencial y no tan hostelera como sus vecinos.
La hostelería en el barrio de Matogrande, vecino de Xuxán
El presidente de la asociación de vecinos de Matogrande, Esteban Velasco, todavía recuerda la época es que el barrio era un barrizal que tenía que cruzar para ir al colegio Liceo. Sin embargo, ahora es un vecindario acomodado y cómodo que siempre tuvo hostelería, pero que en los últimos años ha crecido de manera preocupante para algunos vecinos. Así, muchos temen que se pueda «convertir en un nuevo Orzán». Algo que su presidente no teme que pase, pero sí que confiesa que hay que encontrar un equilibrio mejor entre la convivencia vecinal y la hostelería, sobre todo, con las terrazas, cuenta el presidente.
Ese equilibrio entre bares y viviendas quizá sí que está más conseguido en otros de los barrios jóvenes de la ciudad, como son Novo Mesoiro o Los Rosales. Ambos tienen establecimientos donde los vecinos pueden disfrutar de un desayuno, de la cena de los viernes o el vermú del fin de semana. Sin embargo, no se ha convertido en una zona de ocio como Matogrande, que atrae a clientes de otras zonas de la ciudad.
Adormideras, el barrio con un único bar
Una situación completamente distinta es la de Adormideras, que aunque tiene los servicios básicos, como líneas de bus, colegios e institutos, centro de salud o farmacia. Es un vecindario sin bajos donde se pueda emprender alguna iniciativa privada. Solo el mercado municipal es donde se tiene esa posibilidad y es el lugar donde este año se ha inaugurado el nuevo y único bar, La Cantina. Además, es el espacio en donde la asociación vecinal podría tener un local para hacer sus actividades. Y también está previsto que se ubique un supermercado, pues los puestos del mercado cierran a las 15.00 horas.