Vilasantar estrenó botica y con ella un servicio que desde hace años no tenían al alcance más que a través de un botiquín que suministraba medicaciones solo durante unas horas de la mañana
17 may 2021 . Actualizado a las 11:09 h.Es, con Vilarmaior, el concello menos poblado de toda la comarca coruñesa, pero tiene hasta farmacia. Aunque no desde hace mucho tiempo. Desde el pasado mes de febrero, los 1.211 vecinos de Vilasantar cuentan con su farmacéutica de referencia. En el concurso público de la Xunta para la apertura de 41 nuevas boticas, el municipio era uno de los puntos a cubrir y Elena Núñez Díaz decidió quedarse la plaza. Puso en marcha su local en Présaras, en Lugar de Foro, 90, para ser más exactos. «Sí, la gente tenía muchas ganas de farmacia, cuando abrí me comentaban que echaban de menos tener un servicio de todo el día», señala la titular.
Hace años funcionaba en el municipio otro establecimiento, pero con el paso del tiempo cerró y el acceso a los medicamentos quedó reducido a lo que se denomina «un servicio de botiquín, que suministraba medicaciones por la mañana», explica.
Ahora, la farmacia Núñez funcionará mañana y tarde, de 8.30 a 14.30 y de 16.30 a 20.00 horas, y a partir de junio entrará también en el turno de guardias organizado en torno a los ayuntamientos del área de influencia del Punto de Atención Continuada de Curtis: Aranga, Sobrado, Curtis y Vilasantar. Cada seis semanas le tocará.
«Llevo trabajando en farmacia toda la vida, desde que acabé la carrera hace ya más de veinte años», explica Elena Núñez, natural de Viveiro y ahora nueva vecina del municipio, donde ha instalado su vivienda en la misma casa donde está su farmacia y muy cerca del ambulatorio de atención primaria.
«No, la verdad nunca pensé que acabaría en Vilasantar», confiesa la titular de la farmacia, pero ahora se declara «contenta» por el paso dado. «Ahora vivo aquí, nos trasladamos los dos, mi marido y yo, y la verdad la acogida ha sido muy buena, la gente genial», señala ilusionada por su nuevo proyecto de vida. La experiencia la acompaña, ya que Elena Núñez ha sido adjunta en otras boticas en diversos puntos de toda la comunidad gallega, desde A Coruña a A Mariña, e incluso también en Asturias.
A la hora de asentarse, la búsqueda del local «fue muy fácil», asegura, ya que contactó con el Ayuntamiento y con un arquitecto técnico «y nos comentaron que había una casa de piedra, lista para vivir, muy bonita». Y dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra con la reforma para la farmacia. Más farragoso fue el tema de la tramitación administrativa que, además, se vio todavía más retrasada con la irrupción del covid-19, de modo que aproximadamente un año duró el proceso para abrir las puertas.
El arranque no ha sido fácil porque, como ella explica, «con lo del coronavirus, ya se sabe, el centro de salud aún funciona a medio gas, poco a poco», valora, pero ya ha podido comprobar la amabilidad de los vecinos. Por el momento, Elena Núñez está sola atendiendo la botica. «Es una farmacia rural, pequeña, y aún no sé como va a funcionar, así que prefiero ir viendo cómo va».