Muere un hombre de 76 años tras caer con su coche al mar en el puerto de Sada

SADA

Al parecer, el hombre arrancó con la primera marcha puesta en lugar de la marcha atrás. Un buceador y un marinero lograron sacarlo del agua, pero no se pudo hacer nada por salvarle la vida

19 sep 2024 . Actualizado a las 12:22 h.

El coruñés Juan Manuel Rey Corral, de 76 años, perdió la vida este jueves por la mañana en el puerto de Sada tras caer al mar con su vehículo. El 112 empezó a recibir varias llamadas poco después de las nueve de la mañana en las que alertaban de que un coche se había precipitado al mar en las inmediaciones del helipuerto de la instalación portuaria y que creían que había una persona en su interior. 

Un pesquero que acababa de llegar de faenar acudió a su auxilio y con la ayuda de uno de sus marineros y un trabajador de un barco de dragado que había en la zona consiguieron sacar al conductor del interior del turismo. Sin embargo, y aunque el personal sanitario procedió a realizarle las maniobras de reanimación, nada se pudo hacer por salvarle la vida. «Acabábamos de llegar de faenar y llegó un pescador corriendo a avisarnos y salimos para allí para ver si podíamos sacarlo. Un marinero se tiró al agua con un cuchillo en la boca y entre dos forzaron la puerta y consiguieron sacarlo. Estuvieron intentando reanimarlo durante siete minutos, pero el cuerpo ya estaba muy hinchado y no fueron capaces», relató Javier, el patrón del barco, en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.

El fallecido, conocido por sus amigos y familiares como Juanma, era un pescador aficionado conocido en la zona que, tras estar pescando calamar hasta la madrugada, se subió al coche con la intención de regresar a su casa en A Coruña. Al parecer, en lugar de meter la marcha atrás, arrancó en falso con la primera puesta y se precipitó al mar. «Dejar el coche en la punta del espigón es peligroso. Si metes primera, antes de que te des cuenta, ya te vas para el agua», añadió el patrón. Otros pescadores que compartieron con él la jornada señalaban que solía seguir un ritual: recogía los bártulos, la pesca del día, los metía en el coche y se sentaba a fumar un cigarrillo con la ventanilla bajada. Pero la fatalidad quiso que hoy esa ventanilla estuviese cerrada, lo que complicó el rescate. El fallecido era el único ocupante del vehículo.

El turismo no se hundió de inmediato y mientras el mar no terminó de engullirlo se vivieron momentos de angustia e impotencia. «Quedábamos tres pescando. Se despidió de nosotros y se fue. Cuando vimos que el coche cayó al mar y quedó a media agua estuvimos buscando ayuda, alguien con aletas o una botella, un martillo... pero no encontrábamos a nadie. Tardaría seis o siete minutos en hundirse del todo», comentó conmocionado Miguel, un amigo de la víctima, que indicó que el vehículo no estaba aparcado al borde del puerto, sino uno metros más atrás.

Desde la central de emergencias se puso en marcha un operativo que contó con efectivos por tierra y mar del Servicio de Urgencias Sanitaria de Galicia-061, Salvamento Marítimo, Servicio de Guardacostas de Galicia, bomberos de Betanzos, Policía Local, Guardia Civil y Servicio de Emergencias Municipal de Sada. «La Policía y la Guardia Civil llegó casi al momento. Acercamos al hombre hasta un barco y allí estuvieron intentando reanimarlo, pero ya no había que hacer», concluyó el marinero. El lugar en el que quedó el coche accidentado quedó marcado con una boya hasta la llegada del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que sobre las 13.30 horas lograron reflotar el coche. A esa hora también partió rumbo a Bilbao el pesquero que llegó en primer lugar al rescate.

El fallecido, casado, padre de tres hijos y abuelo de dos nietas, será enterrado este viernes por la tarde en el cementerio coruñés de San Cristóbal das Viñas

Otros accidentes similares

No es la primera vez que en el puerto de Sada se registra un accidente de estas características. El 14 de diciembre del año 2000 un matrimonio de mediana edad se precipitó al mar con su coche en las proximidades de la lonja. Y aunque dos operarios que trabajaban en las obras de ampliación se lanzaron al mar de inmediato para intentar salvarlos, nada pudieron hacer. Unos años después, en marzo del 2014, una mujer perdió la vida tras caer con su coche al mar en la misma zona.