El tranquilo y amable interior de Sada queda oculto por su activo litoral

CRISTÓBAL RAMÍREZ

SADA

cristóbal ramírez

La iglesia de San Xiao de Soñeiro es un buen punto de partida de un itinerario cuyo primer destino es Osedo y el punto y final el castro de Meirás

10 jun 2023 . Actualizado a las 13:21 h.

Si hay ganas salir a un lugar cercano, conocer algún sitio interesante y estirar las piernas, el destino es el ayuntamiento de Sada, donde su activa capital municipal y su puerto deportivo de alguna manera tapan lugares interesantes que tiene tanto en la costa como en su interior. Y hablando de este último, la iglesia de San Xiao de Soñeiro es un buen punto de partida de un itinerario que en parte coincide con el PR-G 96. Así que, aunque se dé más de una vuelta, en algún momento van a encontrarse esos indicadores que, desde luego, ayudan.

A lo largo de la excursión, el firme va a ser más o menos ancho, pero siempre va a encontrarse en buen estado. Además, la presencia de viviendas unifamiliares estéticamente heterogéneas va a ser una constante. Y si aparece arbolado, este va a ser eucalipto.

El primer destino es Osedo, y más concretamente su iglesia, siguiendo siempre la DP-7505. Desde ahí, y vía As Gateñas, bajando y sin arcén para encontrar otra señal del PR-G, se llega a A Fraga, donde unos castiñeiros —¡los únicos!— ponen un toque hasta curioso en medio de ese paraje cuando se lleva un par de kilómetros. Y aparece un tramo de tierra para dar un paseo por el medio de un bosque agradable.

Luego se merece un vistazo un gran edificio con aires de pazo de las religiosas Siervas de María (DP-7504), antes de Esperela y del CEIP de Mosteirón y justo al pasar este centro escolar se gira a la izquierda noventa grados y aparece ante los ojos un sencillo templo puesto bajo la advocación de San Nicolás, a poco más de tres kilómetros de la partida.

El lugar de Cimás (en la bifurcación, por la principal, subiendo por la derecha) es antesala de Torrón, donde está la iglesia de San Martiño de Meirás, una construcción muy voluminosa, muy nueva y que solo tiene interés, quizás, para los entendidos en arquitectura moderna. Allí al lado esperan una zona deportiva, un parque infantil y, señalizada, la fuente de San Martiño, muy conocida en todo el entorno.

Para poner el punto final hay dos posibilidades. Una, el pazo de Meirás, polémico, pero, como es comúnmente sabido, la visita ya sigue cauces organizados. Otra, el castro, hoy cubierto de vegetación pero excavado en parte en los años 1950 y 1976: los hallazgos se encuentran en el Museo de San Antón, remate hasta necesario de la excursión.

Si, además, la visita se lleva a cabo en una de las magníficas noches de verano que sin duda vendrán, hay que abrir los ojos en el medio de ese castro porque saldrá a pasear una muy esquiva gallina de oro con sus polluelos que jamás se dejó coger. O al menos eso dice la leyenda.

INICIO

43º19'41”N 8º17'24”W.

IGLESIA DE SAN MARTIÑO

43º21'19”N 8º18'13”W.

CASTRO DE MEIRÁS

43º21'45”N 8º17'50”W.

EN BICICLETA

Solo para adultos.