Romanus Mickael falleció a los 70 años tras una vida entregada a los demás
29 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Se nos ha ido nuestro querido Román, Romanus Mickael, por nombre de pila, «el veterinario de Sada», como le conocían todos sus vecinos. Cuando acudían a él para que atendiera a sus animales, si no tenían dinero le pagaban con huevos o patatas. Cómo no lo iban a querer.
Durante décadas ejerció su profesión con la dedicación y el respeto que para él merecían todos los seres vivos. Román era un grandísimo y reconocido cirujano. Nunca dudó en compartir pasión y conocimientos con sus compañeros, muchos de ellos jóvenes, que lo siguen considerando como su gran maestro. Veterinarios que no se extrañaban cuando veían aparecer por la pequeña clínica a hombres y mujeres que acudían a Romanus Mickael, desde todos los puntos de Galicia, como última oportunidad de vida para sus mascotas. También recurrió a él el equipo médico encargado de poner en marcha el programa de trasplantes del Chuac, el hospital público de A Coruña, donde proporcionó asesoramiento en las prácticas previas que realizaban con cadáveres de porcino. Con qué satisfacción nos hablaba de aquellos días... En este punto, a Román le hubiera gustado que aprovecháramos estas líneas de su obituario para destacar lo importante que es defender la sanidad pública. Román, queda dicho.
Cerramos los ojos y nos viene a la mente la figura de un joven bien plantado, con esos andares despreocupados que otorga la juventud. Va camino de la facultad de Veterinaria con Pepe, su amigo el cuervo, apoyado en el hombro. Todos le conocían. Antes de que Román entrara en clase emprendía el vuelo para regresar junto a él al finalizar la jornada lectiva. Y, así, juntos, regresaban a casa.
Por favor, Pepe, cuida de nuestro amigo allá donde estéis, ahora que podéis volar juntos, cuéntale todo lo que le quisimos y que nunca lo olvidaremos.
Mario Pestana, juez; José María Sánchez-Escobar, bioquímico; Ricardo Sandoval, periodista.