Sada, un municipio dividido tras su segunda moción de censura en 18 años

d. vázquez A CORUÑA / LA VOZ

SADA

Patricia Pérez, Esther Pan, Laura Núñez y José A. Vargas son vecinos que no respaldan la moción de censura de Sada.
Patricia Pérez, Esther Pan, Laura Núñez y José A. Vargas son vecinos que no respaldan la moción de censura de Sada. D. Vázquez

Los ánimos parecen calmados tras el cambio que aupó por primera vez a una mujer a la alcaldía de la villa turística

12 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras la polémica moción de censura de Sada que desbancó de la alcaldía a Sadamaioría (una formación vinculada a las Mareas) el pasado noviembre, a poco más de seis meses de las elecciones municipales, los ánimos vecinales parecen calmados. Han pasado varias semanas ya desde el cambio de gobierno que subió al poder a un tripartito formado por los cinco concejales del PP, expedientados por su partido, los dos del PSOE y los dos de Alternativa dos Veciños, expulsados por los suyos tras conocerse la alianza para la moción. De ese último partido salió la alcaldía, encabezada por primera vez en la historia de Sada por una mujer, María Nogareda.

En las redes sociales se siguen batiendo los bandos hasta por la toponimia, con los que apoyan al nuevo ejecutivo con cuestiones como la vuelta al uso del nomenclátor de plaza de España frente a la denominación de San Roque que había recuperado el anterior gobierno local. Y en la calle son muchos los que optan por no opinar para no significarse, pero no porque el de la moción sea un asunto superado.

Laura Núñez, sentada junto a unos amigos en una terraza, reconoce abiertamente que considera la moción un error: «Iso foi un circo, hai eleccións en seis meses, e a min todo o mundo me dixo que o alcalde [Benito Portela, el regidor censurado] é unha persoa boísima, pero non un home de xestión. Mais non é para que estes, que os suspenderon dos partidos, lle fixeran isto». Otra vecina, Patricia Pérez, considera que la moción «está fuera de lugar», lo mismo que opina José Antonio Vargas. Concuerda con esos argumentos Esther Pan, que cree que «al alcalde lo echaron por envidia, fue un tongo, estaba haciendo las cosas bastante bien. Tenía sus defectos, como todos, pero hablaba con la gente».

Sin embargo, Alberto Bardanca, también vecino de Sada, respalda sin fisuras la moción «por la dejadez que hay en el pueblo, con una villa tan maravillosa, que la estén abandonando de la manera que la abandonan, desde las playas a los paseos». Su mujer, Ángeles Vidal, justifica también el cambio porque «con los años esto no iba a mejor». Pero ninguno apoya al nuevo ejecutivo. «Ni se conocen y no están haciendo nada», replica Bardanca. A su lado, Antonia Gómez rechaza pronunciarse sobre si ve necesaria la moción de censura. Reconoce el trabajo del anterior alcalde, pero cree que «no cumplió lo que prometió».

Situación compleja

La situación en el consistorio es compleja. Aunque desde Sadamaioría y BNG, ahora en la bancada de la oposición, remarcan la condición de tránsfugas de quienes secundaron el cambio de gobierno, lo cierto es que el PP no ha expulsado a sus representantes y tampoco han logrado que la secretaria del Ayuntamiento se pronuncie sobre esa cuestión, lo que propiciaría su paso al grupo de no adscritos y complicaría, a su entender, el cobro de las dedicaciones que aprobaron.

Por el momento, el nuevo gobierno abrió expedientes a empresas constructoras por dos obras mal ejecutadas, pero hasta el momento poco más ha trascendido de sus decisiones. «A xestión leva un ritmo frenético, pero está resultando positiva, porque se vai traballando na mesma sintonía e todo flúe», afirma la nueva alcaldesa, María Nogareda, antigua candidata de Alternativa, que anuncia que en este momento trabajan en un tema «que estaba nun caixón dende xuño do 2020, sen tocarse e cun proceso xudicial enriba».

Los nueve concejales que firmaron la moción justificaron su decisión aludiendo a una parálisis municipal, pero hay quien ve estrategias políticas de mayor alcance. La moción, impulsada por los dos concejales de Alternativa dos Veciños que estaban en el anterior gobierno y que se aliaron con la oposición, debilita al partido independiente que creó Ángel García Seoane en Oleiros y que ha logrado expandir a otros municipios del área metropolitana coruñesa, lo que le ha permitido contar con un representante en la Diputación de A Coruña y respaldar, junto a la Marea, al actual gobierno del PSOE y el BNG. Cambios en la izquierda ayudarían a los populares, que quieren recuperar el poder provincial.

La primera moción, en el 2004

Sea por el motivo que sea, lo cierto es que esta no es la primera moción de censura que se tramita en Sada. En el año 2004, una alianza entre los entonces concejales del PP, liderados por el histórico Ramón Rodríguez Ares (todos fueron expulsados), y un tránsfuga del PSOE, José Luis Santamaría, echaron de la alcaldía a Abel López Soto, el primer, y hasta el momento único, alcalde nacionalista que tuvo la villa turística.