Disparidad de criterios sobre el informe jurídico que pide el interventor
25 nov 2022 . Actualizado a las 00:29 h.En 90 minutos y con bastante público quedó zanjado este jueves el primer pleno ordinario de Sada tras la moción de censura. Presidido por la nueva alcaldesa, María Nogareda, se visibilizaron físicamente las alianzas. A la derecha de la regidora estaban los firmantes de la moción de censura (PP, PSOE y Alternativa), y a la izquierda, Sadamaioría y BNG. Algunos vecinos recibieron con gritos de «alcalde», al anterior regidor, Benito Portela, a su entrada al salón, en una sesión que arrancó con la aprobación de cuestiones de organización. El gobierno respaldó tres dedicaciones exclusivas, dotadas con 28.000 euros anuales, para la alcaldesa, que mantiene el sueldo que tenía con el anterior ejecutivo, para la concejala de Servizos Sociais, Sanidade e Infraestruturas, la portavoz popular Soraya Salorio, y para la de Facenda, Contratación e Seguridade Cidadá, la portavoz socialista, María Pardo. También aprobaron cuatro dedicaciones parciales, de 14.000 euros, para el edil de Deporte, Voluntariado e Cohesión Social, Breogán Blanco (Alternativa); el de Deporte, Voluntariado e Desenvolvemento, Sergio García (PP), el de Cultura, Comercio e Turismo, José Luis Tellado (PP), y el de Obras e Mantemento, José Luis García Pazos (PP). Ni María José García (PP) ni Ramiro Blanco (PSOE) recibirán retribuciones, aunque se integran en la junta de gobierno y serán cuarta y tercer teniente de alcaldesa, respectivamente. Nogareda mantuvo, en el turno de intervenciones, la denominación de los grupos municipales, según explicó tras la sesión porque ninguno de los supuestos expulsados por sus partidos (los dos concejales de Alternativa y los dos del PSOE), han recibido notificación personal. Sin embargo, Alternativa ya remitió tres escritos al consistorio informando de su expusión, mientras que la Comisión Ejecutiva Nacional Gallega del PSOE también expresó públicamente que los dos concejales estaban expulsados provisionalmente.
Sin embargo, en la sesión, tanto desde Sadamaioría como desde el BNG se les acusó de tránsfugas, lo que les daría el paso a no adscritos. El interventor, que realizó un informe sobre los salarios, condicionó su respaldo a que «no seu momento deberá controlarse as limitacións impostas polo artigo 73.3 da LBRL previo informe xurídico sobre adscrición dos concelleiros aos grupos de intervención». La regidora asegura que no es necesario, pero su antecesor en el cargo anunció que adoptarán las medidas administrativas y judiciales que procedan si actúan fuera de la legalidad. «Sodes un goberno de tránsfugas apartados e expedientados polos vosos partidos», les recordó. También desde el BNG, su portavoz, Laura Rodríguez, los consideró «representantes tránsfugas» y anunció que su formación trasladará al Congreso de los Diputados la moción de censura de Sada en relación al pacto antitransfuguismo.
Sin embargo, desde el PSOE se rechazó esa visión y su portavoz, María Pardo, apuntó que están «para traballar para e por Sada» y que demostrarán que las cosas se pueden llevar a cabo de otra manera.
La portavoz popular recuperó la intervención que no pudo leer el viernes, debido a los abucheos. En ella, le decía a Portela: «Ha perdido usted solo la mayoría por el amiguismo, la chapuza, y el ti vai facendo le pasó factura». Asimismo, consideró la unión de PP, PSOE y Alternativa para sacarlo de la alcaldía «un pacto de tres grupos municipales a los que sus grupos han abandonado por partidismo político». Asimismo, reveló que el PP no pensaba entrar en el gobierno, pero que lo hacen por compromiso, ya que el resto no podrían asumir todas las competencias.
La sesión plenaria también permitió al nuevo gobierno aprobar, aunque en solitario, el Reglamento Orgánico Municipal, que llevaba paralizado, indicaron, desde junio del 2021, y una moción del BNG de apoyo a la sanidad pública, en la que el PP se abstuvo.
«Somos víctimas de violencia verbal»
El intento del PP de enmendar la moción del BNG sobre el 25N (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres), en la que incluían una condena por los insultos que recibieron, llevó a que no saliera adelante. «Nos consideramos víctimas de violencia verbal estas dos semanas», sostuvieron. La portavoz del BNG indicó que «a comparación con casos de violencia machista supón banalizar» a las víctimas.