El adiós de las míticas sillas de mimbre de Sada

SADA

La familia Suárez Fraga traspasó el Rompeolas de Sada después de 60 años al frente del legendario negocio

05 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si usted nunca pasó por delante del Rompeolas es que acaba de llegar a A Coruña. En la avenida principal de la localidad, enfrente de la playa, en la rotonda que te permite girar o seguir hacia Gandarío... Sí, la cafetería de las míticas sillas de mimbre de Sada que durante los últimos sesenta años regentó la familia Suárez Fraga. Nunca me senté en ellas, pero siempre que pasé por allí me llamó la atención ver a la gente disfrutando de esta terraza legendaria, que parece de un elegante club social. «Las compramos a principios de los ochenta, aunque yo soy mala para las fechas, y las tuvimos de varios colores, granates, rojas y ahora estaban de azul y de color madera», recuerda Toñuca Suárez, que se acaba de jubilar después de más de medio siglo detrás del mostrador. El negocio lo abrieron sus padres, Antonio Suárez y Virginia Fraga en diciembre de 1962 con el nombre de cafetería Río y, además de bar, tenían restaurante en el primer piso. Poco años después la rebautizaron como Rompeolas. «Por que la carretera era más estrecha y muchas veces llegaba el mar al bar», recuerda Toñuca, que se crio en el local y lo regentó con su marido, Juan Viilarnovo, fallecido el pasado mes de enero. Atrás quedan días de música en directo, millones de cafés, combinados y la tortilla de Toñuca. Después de 60 años en manos de la misma familia cambia de gerencia y se hace cargo Hugo Genuario, que está llevando a cabo una reforma y no sé su mantendrá las míticas sillas de mimbre. «Toda la familia Suárez Fraga quiere agradecer a las generaciones de clientes, su fidelidad durante tantos años. Clientes de todos los días, de cafés, de partidas, de copas y de bailes. Las paredes del Rompeolas han visto forjar nuevas amistades y nuevos amores. Son muchos los veraneantes y visitantes que han pasado por la terraza del Rompeolas», destaca la familia en su adiós.