Sada proyecta una intervención en su patrimonio etnográfico del agua

D. Vázquez SADA / LA VOZ

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Presenta al plan POS de este año un proyecto de mantenimiento de fuentes y lavaderos

07 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sada proyecta recuperar este año su arquitectura del agua, elementos vinculados a la cultura tradicional y a un pasado reciente donde fuentes y lavaderos eran elementos imprescindibles en la forma de vida. Para preservar ese patrimonio etnográfico, el Concello prevé incluir en el plan POS de la Diputación de este ejercicio un proyecto de mantenimiento de fuentes y lavaderos, tras haber estudiado el estado de 21 elementos y llegar a la conclusión de que la mayoría de ellos presentan las mismas necesidades, mayormente limpieza y reparaciones. La inversión estimada para estos trabajos, según el proyecto que firma el arquitecto Gonzalo Mantiñán, es de 53.541 euros y el plazo de ejecución se estima en tres meses.

Así, en la revisión de elementos se incluye el lavadero de Fontán, del que se destaca que si bien el estado de conservación de la estructura y la cubierta es bueno, tiene fisuras en los pavimentos circundantes y la pintura presenta deterioro por humedades en los muros, con aparición de verdín y presencia de pintadas.

De la fuente de Fontán se tilda de «regular» su estado de conservación, ya que la eliminación de una placa conmemorativa dañó la pieza frontal, la rejilla metálica presenta algún punto de oxido y tiene manchas de pintura y grafitis. En cuanto a la fuente de la Praza da Pescadería se destaca su buen estado y solo se recomienda limpieza, y en la de la plaza de San Roque, eliminación del verdín, al igual que la situada en Riovao. Del lavadero de Riovao, aunque se reconoce que si bien el estado de los materiales estructurales y la cubierta es bueno, presenta deficiencias en la pintura debido a la humedad, con abundante vegetación y lodos en la pila del agua, además de verdín, hongos y humedad en las paredes interiores.

En el lavadero de Sada de Arriba se señalan deficiencias en la pintura debido a la humedad, los grafitis, la falta de limpieza y mantenimiento, y la aparición de verdín y hongos, algo similar a la situación de la fuente y el lavadero I de Samoedo, mientras que el conjunto catalogado como II, realizado con materiales de peor calidad, presenta desconchones en la zona de la pila de lavar y mal estado en general debido al verdín y la falta de mantenimiento, además de fisuras en el suelo de hormigón.

Pintura en mal estado, pintadas y necesidad de una mayor limpieza también aquejan a la fuente y al lavadero de Fontegrande, al igual que los dos elementos de Piñeiro, en donde también se registran goteras, por lo que se propone sustituir el remate perimetral de la cubierta realizado en aluminio blanco, por un remate tradicional de piezas cerámicas de teja. En mejor estado se encuentran la fuente y el lavadero de Alborelle, que ha sido rehabilitado recientemente, aunque adolece de mantenimiento de la pintura y presenta verdín en la pila y en el entorno de la fuente, además de que requiere limpieza en el exterior.

Tampoco cuentan con daños estructurales la fuente y el lavadero de Fraga, pero se destaca que se podrían acometer mejoras de limpieza y mantenimiento, ya que hay presencia de vegetación, al igual que en la fuente y el lavadero de Castelo y en el lavadero de Osedo, en el que también se han detectado exceso de vegetación y problemas en el murete principal que contiene el terreno.

Respecto a la fuente y al lavadero de Seixeda los problemas vienen derivados de abundante verdín tanto en la cubierta y en paramentos verticales y muretes, achacable a la frondosidad de su entorno vegetal y a la falta de mantenimiento.

Peor suerte han corrido la fuente y el lavadero de Os Cabildos, que se encuentran muy deteriorados, faltan partes del lavadero de ladrillo, la fuente presenta pintadas y  hongos, el firme esta agrietado y falta limpieza de las plantas que crecen en las fisuras. El proyecto también recoge que el lavadero de Fontoira, bien conservado, requiere subsanar problemas en la pintura deteriorada por la humedad, similar a lo que acontece con la fuente de O Pedregal. En buen estado, en cambio, está la fuente de la Lagoa de Mondego, de la que solo se destaca la presencia de musgo y verdín.