Juan Caridad: un Hijo Distinguido de Sada por llevar al municipio por el mundo

Javier autrán

SADA

Fallecido el pasado día 19, vivía en Estados Unidos y era conocido en el municipio sadense, del que fue un gran publicista

28 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El martes 19 de noviembre fallecía en la ciudad de Nueva York a la edad de 91 años Juan Caridad Mosquera, uno de los hombres nacidos en la villa de Sada que más populares han sido entre sus vecinos y que mejor han representado el espíritu de sacrificio de tantas personas que, por las circunstancias de la vida, tuvieron que abandonar sus hogares y lugares de nacimiento en Galicia para buscar una vida mejor al otro lado del mar.

Nacido en el año 1928, siendo todavía un muchacho emprendió el viaje que le llevaría a América, donde ya vivían algunos de sus familiares, y desde donde viajó por mar hacia los lugares más lejanos y exóticos del mundo, enrolado en el ejército americano, con el que llegó a participar en la guerra de Corea, y en la marina mercante. Como todos los emigrantes, tuvo que trabajar muy duro y aprender rápido un nuevo idioma, eran tiempos difíciles y nadie esperaba al que se quedaba atrás.

Como resultado de su azarosa vida de viajes y de su estancia en el ejército y la marina no sólo conoció lugares remotos, sino también gente de todo tipo y condición, desde jefes de tribu india a algún actor de Hollywood, pero siempre tuvo a Sada en su corazón y volvió a su pueblo de origen cada vez que pudo. Muchos en Sada, en donde lo reconocieron como Hijo Distinguido por publicitar el municipio, le recordarán todavía como el hombre que se paraba a charlar con todo el mundo, gente de su generación y también otros más jóvenes, que le fueron conociendo a lo largo de sus muchas estancias en el pueblo cada vez que tenía la ocasión de regresar.

Era un hombre fuerte y trabajador como pocos, que todo lo consiguió con gran esfuerzo y sacrificio, y que siempre vio el lado bueno de las cosas y afrontó con optimismo todas las dificultades, incluso en sus últimos años de vida, cuando la salud le empezó ya a faltar y su cuerpo pagó el esfuerzo de tantos años de duro trabajo.

Padre de tres hijas, enviudó de su primera mujer María Lola cuando eran todavía unas niñas y ejerció de padre y madre, y formó una familia en Estados Unidos que va ya por la tercera generación, orgullosos de su legado y de todo el cariño que siempre dio de modo desinteresado a todos los que le rodearon.

Muchos recordarán a Juan como un gran conversador y un gran contador de anécdotas e historias, que gracias a su gran memoria siguió recordando y contando a quienes tuvieron la suerte de escucharle hasta el último momento, y siempre con su característico buen humor, incluso cuando ya la salud no le acompañaba y decía con sorna a quien le preguntaba qué tal estaba «que andaba coma o piollo no alquitrán».

Gran hombre, gran padre y gran amigo, todos los que le conocieron le recordarán con cariño y reconociendo en él a una de esas personas especiales que a veces aparecen en el camino en nuestras vidas. 

La pérdida de un ser querido es siempre dolorosa ante todo para su familia más directa, pero a buen seguro que tanto al otro lado del mar como en la villa marinera de Sada son muchos los que habrán derramado una lágrima por él y al mismo tiempo habrán sacado una sonrisa recordando los buenos momentos vividos con el hombre bueno, honesto, simpático, generoso, cariñoso y sadense por los cuatro costados que era Juan.

En Nueva York su familia y amigos le recordarán como Juan, y como el padre y el abuelo entrañable y cariñoso que era, y a este lado del mar se le recordará como Juan, el Tío Juan, y como Pepiño, como le llamaba su familia gallega en la intimidad a veces por una historia simpática que vivieron con él y que les quedará siempre en el recuerdo.

Descanse en paz Juan Caridad Mosquera.