El principal sospechoso disfrutaba de casas y coches de alta gama que no coincidían con sus ingresos oficiales
18 feb 2019 . Actualizado a las 19:19 h.La operación Parfisal deja un balance de 5 kilos de coca y uno de heroína decomisados a una organización, asentada en Sada, que distribuiría ambas sustancias en Bilbao y Viveiro. La investigación, del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de A Coruña, arrancó en marzo del 2018 al tener constancia del alto nivel de vida que llevaba un viejo conocido, Ramón Balseiro. El sospechoso, a ojos de los agentes, disfrutaba de casas y coches de alta gama que no coincidían con sus ingresos oficiales, lo que, junto a sus viajes a Vilagarcía para reunirse con otro presunto narco, cimentó la operación Parfisal, que veía en Balseiro al presunto cabecilla. El operativo policial, ejecutado en los últimos días, se cerró con registros en viviendas de Sada, la capital arousana y Viveiro, e implicó otros tres arrestos y la orden de busca y captura de un arousano y de un vecino de Bilbao. Julio Lemos, de Vilanova y de unos 50 años de edad, es el fugado y ejercería de proveedor de Balseiro.
La tesis policial otorga a Balseiro el rol de transportista recibiendo encargos de clientes que sabían de su capacidad para conseguir importantes cantidades de heroína y coca que eran transportadas por él mismo, en un coche con zulo, al destino pactado con el cliente final. De hecho, los cinco kilos de coca requisados fueron localizados por el EDOA en el escondite de un turismo en Bilbao cuando Balseiro se disponía a «realizar la transacción». Los agentes también se hicieron con 118.000 euros e intervinieron cuatro coches de gama media alta.
Ramón Balseiro y Julio Lemos son viejos conocidos de la lucha contra el narcotráfico. El primero fue durante muchos años responsable financiero de una empresa de transportes de Cervo a la que llegó a estafar 400.000 euros. Después se escapó a Brasil, vivió como un rey y acabó en la cárcel. Poco después, en el 2008, lo cogieron en Cádiz con 355 kilos de hachís. Ahora, el EDOA le atribuye capacidad para mover entre 15 y 20 kilos de coca o heroína al mes. Lemos, de Vilanova y condenado en el 2017 por posesión de 14 kilos de coca, sería el proveedor de toda esa mercancía que demandaba Balseiro.