«Esta es una vida muy dura y no hay el compañerismo de antes»

d. c. LUGO / LA VOZ

SADA

ALBERTO LÓPEZ

07 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

María Díaz tiene un puesto de almendras garrapiñadas en el ferial de San Froilán y una caravana en Garabolos. «Tenemos todas las comodidades: agua corriente, ducha, lavadora... pero esta es una vida muy dura y no hay el mismo compañerismo que antes». Esta mujer, con 53 años, empezó a ir de feria en feria con cinco años acompañando a sus padres. «Me ponían en una banqueta y hacía algodón de azúcar».

María Díaz está deseando poder jubilarse y regresar a su casa de Sada. Una vecina de la misma calle, Carmen Rodríguez, de 76 años, de Neda, está retirada pero acompaña a sus dos hijos. «La feria engancha. Somos cinco hermanos, todos trabajamos en ella y la única que sigue viviendo soy yo. Lo hago por salir de casa. «Hoy se vive bien -señaló en referencia a las caravanas- yo hago lo mismo que en casa, preparo la comida para mis hijos, lavo la ropa. En unos sitios nos tratan mejor que en otros».