«La gente estaría dispuesta a montar patrullas vecinales si los robos en casas continúan»

maría ballesteros SADA / LA VOZ

SADA

Los vecinos de las parroquias de Sada, que se coordinan ya a través del WhatsApp, aseguran que la «psicosis ya existe»

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Crear un grupo de WhatsApp para que los vecinos puedan alertar de cualquier movimiento sospechoso en sus parroquias ha sido el primer paso, pero las asociaciones parroquiales de Sada están dispuestas a ir más allá y montar patrullas de vigilancia si la oleada de robos en viviendas continúa. «La gente estaría dispuesta porque estamos muy preocupados y además hay mucha gente mayor...», asegura el presidente de la asociación de vecinos de Mondego, José Antonio Vázquez, quien no cree que la acción coordinada por WhatsApp pueda generar más inquietud. «La psicosis ya existe», dice.

Como él, la presidenta de la entidad de Meirás, Mar Fernández, defiende la creación del grupo de vigilancia, en el que se prevé que participen decenas de residentes. «La comunicación es muy importante entre los vecinos. Todos en cada zona nos conocemos, conocemos nuestros coches... Hay que estar en contacto y poner en conocimiento si pasa algo», explica la representante vecinal, que reconoce también la preocupación del alcalde, Benito Portela, con la situación que sufre el municipio y otros limítrofes, así como el incremento de presencia policial en los últimos días.

Antes de dar otro paso, las entidades de las siete parroquias están a la espera de que los reciba el regidor y la Policía Local y quieren que se hagan charlas informativas para que los residentes sepan cómo actuar y prevenir.

Del más de medio centenar de robos que los vecinos aseguran que se han registrado en las últimas semanas, las entidades destacan que, de momento, los sucesos se producen, en la mayoría de los casos, cuando los habitantes estaban fuera de la casa, una situación que los tranquiliza solo a medias. «Suelen entrar en casas sin gente, pero eso supone que están vigilando», subraya Fernández. En el caso del presidente de la asociación de Mondego, Francisco Blanco, víctima de un robo el pasado fin de semana, la suerte quiso que su hija no se topase con los ladrones, que entraron en varias casas más ese mismo día. «Non pasou nada de milagre. Entrou a filla e estaban dentro, pero ela non chegou a pasar da cociña e volveu a marchar», cuenta, al mismo tiempo que destaca la «impotencia» que siente.