Bodas de plata desde Patagonia a Mandín

SADA

Los argentinos Gustavo Helling y Rosana Di Vaia llevan 25 años al frente de su taller de orfebrería

12 abr 2015 . Actualizado a las 18:58 h.

Gustavo Helling y Rosana Di Vaia llegaron hace 25 años a Sada procedentes de la Patagonia y, aunque querían probar la redondez de la Tierra, y pasar después a Alemania, a Italia..., recorrer la pequeña Europa por donde le llevasen los pies, acaban de cumplir sus bodas de plata en Galicia sin apenas moverse de Soñeiro. Con un destino que parece hecho de este metal precioso, estos dos rioplatenses tienen en el lugar de Mandín su taller de orfebrería, Plata Nativa, de donde salen reproducciones de hallazgos arqueológicos de la joyería castrexa y diseños propios con ediciones limitadas y piezas únicas.

En el Bolsón, cerca de la turística ciudad de San Carlos de Bariloche, Helling comenzó a investigar la joyería mapuche elaborada por los aborígenes sudamericanos y a hacer reproducciones de piezas arqueológicas siguiendo técnicas de artesanía que están hoy en vías de extinción. Con ese oficio y esa inquietud por la orfebrería del pasado, Helling llegó a Galicia y comenzó a sumergirse en la joyería tradicional mientras su mujer se centraba más en las creaciones propias, pero un accidente que, en apariencia, nada tenía que ver con él, vino a imponer un rumbo propio en su labor profesional: la rotura de la Arracada de Vilar de Santos, en Ourense, un pendiente de oro del siglo I antes de Cristo hallado en 1924.

La pieza fue trasladada desde Ourense a Santiago en el año 1995 para la exposición Galicia no Tempo y regresó gravemente dañada al Museo Arqueológico de Ourense, que tuvo que retirarla de su exposición. «Se enteraron de que era el único que mantenía en uso técnicas en extinción y me pidieron que hiciera una reproducción», recuerda Helling, que durante meses trabajó hasta concretar lo que fue entonces un sueño y lo que constituyó además el punto de inflexión que lo decidió a investigar la cultura castrexa y la influencia que en su joyería tuvo la artesanía mediterránea realizada por fenicios, tartesos... «Empezamos a tener personalidad propia», precisa el orfebre, que ahora trabaja junto con su mujer tanto para empresas, como Cerámicas do Castro, como para pequeños talleres y particulares, a los que venden tanto en ferias como en su taller y para los que también hacen encargos específicos.

«Reproducción arqueológica en Galicia somos dos o tres artesanos los que hacemos y con estilos diferenciados», explica Helling, antes de destacar la dificultad de mantener una manera de hacer artesanía cada vez más amenazada por el mercado y por la propia adulteración del término «artesanal». Sea la arqueología de Helling o el original diseño de Di Vaia, en Plata Nativa tienen claro que seguirán trabajando por lo que la artesanía siempre fue. «Estamos defendiendo una manera de hacer», apunta Helling desde su veterano taller.