Una sadense, contra la Clínica de Navarra por tardar en diagnosticarla

SADA

La mujer denuncia que el centro se demoró siete meses en detectarle un cáncer pese a sus numerosos antecedentes familiares

12 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vecina de Sada diagnosticada de cáncer de mama ha iniciado una batalla legal para conseguir que la justicia reconozca que la Clínica Universitaria de Navarra, donde le detectaron y trataron de la enfermedad, actuó de forma negligente. La mujer, de 46 años, asegura que el centro hospitalario tardó siete meses en diagnosticarle el tumor pese a sus dramáticos antecedentes familiares y lo hizo por su insistencia en que le realizasen más pruebas. La paciente reclama ahora 60.000 euros por los daños y perjuicios causados, además de los intereses y las costas del procedimiento.

El juzgado de primera instancia número cuatro de Pamplona celebró ayer la vista previa en este caso, que ante la falta de acuerdo, será juzgado en el mes de mayo, un año después de que los médicos detectasen «de forma casual», según la demanda, un nódulo sospechoso en la mama izquierda de la paciente, que resultó finalmente un tumor de carácter maligno.

El año anterior, en septiembre del 2012, la paciente, que ha perdido a tres hermanos y un sobrino a causa del cáncer, ya había acudido a la clínica navarra por una lesión en el cuero cabelludo que había crecido y cambiado de color. Le fue extirpado tejido y resultó benigno. En diciembre la mujer volvió debido a que sufría abundantes sangrados, también entre períodos menstruales, y se descartó cualquier patología, según la demanda. Durante esa visita fue sometida también a una ecografía de mamas, de las que había sido operada unos años antes, y además de detectársele rotura en una de las prótesis se observaron nódulos en ambas mamas, que se consideraron benignos. En la clínica le dieron cita para revisarse un año después. La paciente quiso incluso que le extirparan los nódulos debido a su «preocupación total», según la demanda, y antes de que transcurriese el año acudió para que le cambiasen la prótesis rota, lo que permitió que se le diagnosticase finalmente el cáncer.

«Lo sangrante es que no se me hizo una resonancia a tiempo»

La sadense que pretende que la Clínica Universitaria de Navarra reconozca que con ella se equivocó asegura que fue su insistencia y su convencimiento de que estaba enferma lo que hizo posible que le sometieran a la resonancia magnética con la que le detectaron el nódulo maligno. «Lo sangrante es que no se me hizo la resonancia a tiempo», asegura la mujer, quien tras haber sido sometida a una intervención quirúrgica y a radioterapia está recibiendo hormonoterapia. «Nuestra intención no es el dinero, para nada; lo que quiero es que se sepa», subraya.