El hermanamiento entre Almendralejo y A Rúa se completará en enero, con una visita de Ibarra

C. T. O BARCO/LA VOZ.

SADA

19 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Breve pero intensa. Así se podría calificar la visita de menos de veinticuatro horas que una delegación de Almendralejo realizó ayer a A Rúa, con la que mantiene un lazo de hermanamiento desde el 2002. Un grupo de once personas, diez miembros de la corporación y una diputada autonómica, hicieron parada en Valdeorras cuando se dirigían a Sada para una feria de exaltación de productos típicos extremeños.

Esta visita fugaz estuvo marcada sobre todo por el entusiasmo de los que no conocían el lugar, del que destacaron sobre todo el paisaje y el caluroso recibimiento de los vecinos. También por la gastronomía, pues el Concello les preparó sendos convites con marisco, cabrito y pulpo (repartidos en dos días) además de los vinos que ayer probaron en la bodega A Coroa, donde se celebró la comida de cierre después de la visita realizada por el pueblo, incluida la zona de O Aguillón y la fábrica de Rieter.

El vínculo con Almendralejo se inició en 1996 cuando su equipo de fútbol, el Extremadura, realizó la pretemporada en A Rúa. A pesar del tiempo transcurrido, su alcalde José María Ramírez, describe esta unión como un matrimonio: «Es el tiempo el que demuestra que funciona si se mantienen juntos». Tanto él como el resto de la corporación regresarán a A Rúa en enero, para participar en la próxima Fiesta del Codillo, para la que esperan que les acompañe el ex presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El regidor rués, Luis Fernández Gudiña, bromeó asegurando que le van a tentar con una de sus grandes aficiones, la pesca invitándole a que pruebe suerte en el embalse. Durante esa visita además se hará oficial el nombre de la avenida dedicada a Almendralejo. «Es la manera de corresponder que A Rúa ya tiene allí su nombre en una calle», explicó Gudiña.