«Una vez me pidieron merluza congelada, pero yo me niego»

Á.?M. Castiñeira A CORUÑA

SADA

PROPIETARIA DE AS COBAS

19 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Sara García ha vivido la hostelería desde niña. Sus padres eran propietarios de Casa Sara, en Santa Cristina, donde «con las propinas, me compré mi primera bicicleta», dice. Su restaurante, As Cobas, lleva 42 años proporcionando a sus clientes el disfrute de la buena comida en un auténtico balcón sobre el arenal de Bastiagueiro. Ahora son sus hijos quienes llevan el establecimiento, pero Saruca -como le gusta que le llamen sus allegados- asegura que «ésta sigue siendo mi casa». -Ahora lo que más me gusta es leer el periódico con calma mientras desayuno viendo por la ventana la playa de Bastiagueiro, que es la más bonita. Ya le gustaría a Samil ser como esta. -Además de las vistas, ¿qué ofrece a sus clientes? -Lo nuestro es el abecé de la cocina. No nos complicamos. Eso sí, compramos en la plaza, y es todo auténtico. -¿Entonces el truco es la buena materia prima? -Pues sí. Una vez, una señora de Madrid quería merluza congelada, pero yo me niego. -¿Y le explicó por qué motivo la prefería a la fresca? -Decía que era para matar los gusanos... -¿A As Cobas vienen muchos clientes de fuera? -Muchísimos. Y desde hace años, por aquí pasaban todos los ministros cuando venían al pazo de Meirás.