Rúa, el primer guepardo nacido en Galicia, vive en Paderne

Toni Silva PADERNE / LA VOZ

PADERNE

CESAR QUIAN

Fue gestado en Corax Fauna de padres traídos de Sudáfrica

23 jul 2022 . Actualizado a las 23:04 h.

Cuesta imaginar que este animal de 10 kilos, que bien se podría confundir con un peluche, pertenezca a la especie terrestre más rápida del mundo. Se llama Rúa y aunque a día de hoy le quedan muy lejos velocidades de 130 kilómetros por hora, este ejemplar ya tiene por sí un valor muy destacable. Porque es el primer guepardo nacido en Galicia. Ocurrió hace tres meses en el centro Corax Fauna, en el pequeño municipio coruñés de Paderne. Sus padres sí demostraron rapidez a la hora de concebirlo. Porque llegaron en septiembre, se conocieron en este rincón de Galicia y en abril Rúa vino al mundo, después de 95 días de gestación. «Procrear en tan poco tiempo fue milagroso», explica Javier Ares, uno de los trabajadores de este centro educativo de la fauna salvaje, muy popular por la presencia de animales como leones o tigres blancos, entre otros. Los padres de Rúa proceden de Sudáfrica, pero de diferentes centros de conservación para evitar problemas de consanguinidad. El traslado no fue fácil. «Hubo mucho papeleo, un proceso de adaptación y unas condiciones poco idóneas para los animales. King, el padre, tenía muchísimas garrapatas, cuando le dábamos comida devoraba con el ansia de los leones, creemos que venía de competir por el alimento». Pero en Corax cada individuo recibe su propia comida. «Estamos preparando un proyecto de programa de conservación del guepardo para reintroducción en naturaleza y repoblar». King se encontró en Paderne con un entorno mucho más amable y dos candidatas con las que reproducirse, Shona y Shana, dos hermanas de las que eligió a la segunda, más veterana.

Podría pensarse que la pareja comparte siempre el mismo recinto, pero en realidad pasan muchas horas separados. «Si están siempre juntos dejan de verse como pareja, los machos de guepardo hacen comunidades de cuatro o cinco miembros y fuerzan a las hembras a entrar en celo, podría decirse que ellas entran en celo por estrés», explica Javier Ares, hijo del fundador de este gran parque que recibe visitas de muchos países.

Y durante estos días, Rúa también está separado de su madre, aislado en un recinto auxiliar. El motivo es que está en fase de desparasitación, cumpliendo una especie de cuarentena durante la que también se le colocará un microchip. Algunas noches se junta con Shana, su madre, que ocupa una especie de iglú con un gran espacio muy cerca de la zona de los leones. «Rúa se pasa los días inspeccionando todo, juega con pequeñas pelotas. Aún no se ha destetado completamente pero ya le estamos dando carne picada de pollo, conejo, ternera y algo de jabalí».

Cuando sea un adulto podrá incorporarse a las rutinas de sus padres y su tía que, todas las mañanas, corretean por espacios más abiertos. ¿Por qué el nombre de Rúa? «Porque nos recordó a un vecino, a una familia amiga que vive cerca de aquí, es su apellido».