El té ecológico se suma a las plantaciones de Donín, en Paderne

i. úbeda / a. a. A CORUÑA / LA VOZ

PADERNE

PADERNE
GERARDO LAGARES EN LA FINCA ORBALLO EN DONIN
CESAR DELGADO
PADERNE GERARDO LAGARES EN LA FINCA ORBALLO EN DONIN CESAR DELGADO CESAR DELGADO

El proyecto comprende dos hectáreas y el objetivo es comercializar a partir de octubre

10 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El té, esa hoja de las camelias que a lo largo de los siglos ha permanecido presente en diferentes dietas y culturas, ha sido incorporado a las plantaciones de Donín en Paderne. Hace poco, en el mes de junio, diferentes marcas obtuvieron un reconocimiento por parte de la Unesco, al cumplir con los estándares exigidos en el ámbito ecológico. «La Reserva de Mariñas Coruñesas ha hecho una marca de calidad y nosotros hemos sido unos de los que hemos obtenido ese reconocimiento de la Unesco» al poseer los cultivos ahí, cuenta Gerardo Lagares, director y cofundador de Orballo, la empresa que ha llevado el té a Paderne. Ahora, Lagarde y el otro cofundador, Jorge Millán, se plantean comercializar té entre septiembre y octubre, enraizado en una extensión de dos hectáreas. Así, este empresario narra que la idea del cultivo ecológico empezó por «recuperar bosques autóctonos», y que después llegó el diseño de «un modelo de gestión que combinaba castaños, avellanos y nogales, con plantas aromáticas y medicinales». Arrancaron con una hectárea de cultivo en Donín, Paderne, y ahora poseen ocho en total, las cuales tienen previstas ampliar hacia finales de año. La última incorporación a sus plantaciones han sido las camelias para el té, en el 2015. De ellas Lagares dice que son «las únicas que hay a nivel industrial en Europa continental».

Aunque asegura que algunos proyectos están en fase de transformación e investigación constante, por primera vez «vamos a empezar a comercializar el té blanco entre septiembre y octubre». Sobre este producto comenta que se trata de algo 100 % ecológico y «muy exclusivo».

Las hojas se recogen una a una y se procesan igual», agrega. Y es que las camelias se siembran en invierno y, para ellos, su principal período de recogida está entre la primavera y el verano.

Están buscando la fórmula a base de ensayo o error, para la selección de los mejores ejemplares para sus productos, pues tienen «en torno a 20 variedades diferentes de camelia de té y de distintos orígenes», añaden.

Pero Lagares comenta que en «el caso del té blanco, recogemos cada 15 días, entre primavera y comienzos del verano», por lo que, más de tres años después de plantar las primeras simientes de camelias, por fin podrán ver las primeras ventas del producto.

El director también señala que trabajan con dos grupos de especies, «que van a diferentes velocidades». Por un lado están «los árboles, que tardan más, y luego otro grupo que es el de las plantas aromáticas para infusiones, que eso lo estamos explotando desde el principio de todo», añade. Aseguran tener «más de 50» referencias de plantas. Aun así, en Orballo dicen que ni al principio ni ahora se trata de una empresa sencilla. Tienen proyectos de colaboración e investigación variada, pero «la principal dificultad ha sido comercializar los productos que ya existen en el mercado», comenta Lagarde.