María Vázquez Ramírez: «Soy procuradora, no una guapa tonta»

EL PULSO DE LA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Dirige con su hermana el despacho VR Gestiones Judiciales Inmobiliarias

19 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es procuradora y modelo. Protagoniza campañas de publicidad y dirige con su hermana el despacho VR Gestiones Judiciales Inmobiliarias. «Yo me encargo de la parte jurídica y ejerzo como procuradora. Siempre me gustó el mundo del Derecho en gran parte por las series americanas. Ally McBeal fue una inspiración por la personalidad que proyectaba», recuerda María Vázquez Ramírez de Arellano. «Mi abuela es norteamericana, mi madre de Puerto Rico y mi padre gallego. Mi hermana, que tiene año y medio más que yo, nació en Panamá, donde seguimos teniendo intereses. Mi familia es la ONU», comenta sonriente. Nació en Madrid y desde hace un decenio reside con su familia en A Coruña. Tiene 31 años, novio y está harta «de tener que demostrar que soy algo más que mi físico. Soy procuradora, no una guapa tonta», sentencia.

Los piropos

En ningún momento borra la sonrisa de su rostro. Incluso cuando relata la cantidad de anécdotas desagradables que le suceden casi a diario. «Lo que pasa es que se fijan más en mi cuerpo que en mi trabajo. Te pasas doce horas trabajando y lo único que piensan es en que estás buena. Aprendes a vivir con ello. Y no soy de las que ve mal los piropos si no son ordinarios, pero hay lugares y formas. Los cumplidos, fuera el despacho. No es lo mismo tomando copas de noche que en el trabajo. Como cuando en las oficinas alguno deja caer lo de ‘si tuviera 30 años menos...’». Me acostumbré a pararles los pies. O una vez un cliente de la parte contraria que me vio en una vista en la que yo hacía la sustitución a una compañera. Al salir me preguntó si estaría interesada en ser su procuradora, que él tenía muchísimos asuntos. Le dije que me interesaba y comentó que fuésemos a cenar para hablarlo. Le sugerí que pasase por el despacho porque no estilaba cenar con clientes, y nunca supe más de él», relata María. Noto que le gusta hablar de este tema. «Me gusta mi forma de ser. He vivido en diferentes países, he trabajado en distintas empresas, tengo dos másteres, hice un curso de protocolo... Y puedo ser igual de efectiva si voy arreglada que si voy con coleta. A veces la gente percibe que, como voy maquillada y peinada, no hago nada, y me levanté a las cinco y pico. Incluso alguna colega ha dicho: «María lo tiene más fácil al ser guapa, y es todo lo contrario. Y nunca voy de minifalda al juzgado, eso lo dejo para cuando salgo por ahí».

Cuestión de imagen

Antes de dedicarse de lleno al mundo del Derecho hizo sus pinitos como presentadora de televisión y en programas de radio. Fue imagen de la campaña de la Xunta Irresistiblemente galega para promocionar la carne. «También fui la imagen del Karting Marineda o de unos salones de belleza en Panamá», relata mientras tomamos un café en la calle Ramón y Cajal, al lado de su despacho. «De pequeña quería ser artista y ahora, de mayor, empresaria. Me gustaría abrir delegaciones en otras ciudades», asegura.

Ensalada y pollo

Juega al pádel y tiene entrenador personal. Confiesa que se cuida mucho. «Al menos cuatro veces a la semana hago ejercicio. No tomo ni fritos ni salsas. Soy de ensaladas y pollo. Tengo mucha fuerza de voluntad para todo. Mi único vicio confesable es el chocolate», afirma. Se declara muy casera, aunque sueña con hacer un safari. «Ver series de Netflix, arreglar los armarios.... Estar en casa me encanta», asegura. Cuando sale de fiesta le gusta bailar. «Y bailo bien. Soy de reguetón, salsa y bachata. Deben de ser los genes de mi madre», comenta. Me invita al café y veo que los clientes de la barra no le quitan los ojos de encima. «Me gustaría que la sociedad no fuese tan frívola», sentencia.