Iván Cotado: «En Galicia somos negados en márketing»

EL PULSO DE LA CIUDAD

CESAR QUIAN

Cabeza visible del estudio de diseño de interiores que lleva su nombre, se declara especialmente satisfecho con el proyecto de Árbore da Veira y el de Koh Lanta, por el que acaba de recibir un premio europeo

30 dic 2019 . Actualizado a las 00:52 h.

La próxima primavera cumple 40 años. «Soy muy de citas. Como dijo Frank Lloyd Wright, ‘la juventud es una cualidad que si tienes jamás pierdes’». Es de los nacidos en el ochenta. Está soltero y no tiene hijos. «Estoy casado con mi profesión. Mi trabajo me ha llevado a perderme muchas cosas, como fiestas, cumpleaños o parejas», comenta Iván Fernández Cotado. Noto que se siente más a gusto hablando de sus proyectos que de su vida privada. Es la cabeza visible de un estudio de diseño de interiores que lleva su nombre, pero que gestiona con su hermano Orlando. «Yo soy la parte más expuesta, pero somos un equipo». Me habla de interiorismo estratégico y hace esfuerzos para intentar que entienda el concepto. «Es algo que no existía, nos lo inventamos, desarrollamos y registramos. Nos formamos en el márketing para lograr diseñar con fines comerciales. El interiorismo, como herramienta para alcanzar un objetivo comercial. Tiene que ayudar a comunicar una marca. Diseñamos con atributos marketinianos. En ocasiones hago diseños que no me gustan pero que son buenos para atraer a los clientes del negocio. La tienda no se hace por los gustos del dueño o de los míos. Hay que pensar en el que va a acudir a ese establecimiento», insiste una y otra vez. 

El sastre de Valdeorras

Es oriundo de O Barco de Valdeorras. «Nuestros abuelos tenían un pequeño hotel, y mis padres, una sastrería. Hacíamos los deberes en el probador», recuerda. Utiliza la profesión paterna para explicar la diferencia entre casa y hogar. «Una casa es algo estandarizado y el hogar representa la personalización. El hogar es un traje a medida, y la casa, como uno de Inditex. Y, como soy hijo de sastre, mis proyectos son a medida», destaca. A los 18 años se vino a la orilla del mar para estudiar Diseño de Interiores en la Escuela de Arquitectura de A Coruña. 

El premio por Koh Lanta

Charlamos en el piso de arriba de La Parda, la nueva cervecería que ocupa el bajo donde estuvo Marabú en la plaza de Vigo. «Hemos hecho muchos proyectos hosteleros. Para mí, el mejor es el de Árbore da Veira. También nos acaban de dar otro premio por el diseño del Koh Lanta en San Andrés. Es uno de los más prestigiosos a nivel europeo y es un proyecto de tan solo 90 metros cuadrados y de un presupuesto no demasiado elevado que luchaba contra gigantes. Estamos ahora con los locales del Papagayo. Va a ser algo muy disruptivo, un concepto de negocio muy novedoso. No todo va a ser gastronomía, va a haber mucho ocio», avanza. También estamos con otro proyecto hostelero muy potente, pero no te puedo contar nada. La discreción es muy importante en este trabajo», dice con sonrisa enigmática. 

Diseñar una iglesia

Me habla de clientes en distintos puntos de Galicia y de España. «Descartamos más de los que hacemos, o bien por falta de medios para llevarlos a cabo o porque pensamos que son un error. Nosotros también hemos cometido errores. La única forma de no equivocarse es copiar lo hecho. Cuando inventas hay que asumir riesgos», analiza Iván, que tiene claro el nivel del sector en Galicia. «Lo que sucede es que confundimos la humildad con quedarse en casa y no hacer nada. Nuestra despensa, por ejemplo, la pilla un italiano o un catalán... Nos han educado en una humildad extrema. «En Galicia somos negados en márketing», sentencia. Dice que su sueño sería «diseñar una iglesia. Soy ateo convencido, pero no he encontrado una construcción en la que haya tanto vínculo entre el humano y la arquitectura», destaca. Los jueves intenta no perderse el partido con un grupo de amigos en Calasancias, le gusta conocer buenos restaurantes, y «cuando llego a casa no perdono un vinito», confiesa sin dudarlo.