Iago Cagiao, que abrió hace apenas dos años El Rincón de Alba en la calle de la Franja, ganó el premio Picadillo por votación popular por una tapa apta para celíacos y veganos
07 nov 2019 . Actualizado a las 11:14 h.«Para mí es el premio más bonito. Estoy súper contento. Costó mogollón, pero me lo tomé muy en serio», comenta Iago Cagiao, cocinero y propietario de El Rincón de Alba, en la calle de la Franja. Su taco de lacón con grelos con queso San Simón fundido ganó el premio del público en el certamen de tapas Picadillo. Fue el que más gustó a la gente. Lo curioso es que se trata de un plato con tres versiones, la normal, la especial para celíacos, en la que la masa del taco varía, y cuenta con la opción vegana, en la que el lacón y chorizo son sustituidos por ingredientes que no proceden de animales. Es la primera vez en la historia del certamen que se impone una tapa de estas características. Ahí tienen a Iago en su local minutos después de recoger el premio en el Ayuntamiento. «Nos viene fenomenal», asegura este profesional de 35 años que trabajó en A Penela, el Playa Club o A Estación de Cambre, entre otras cocinas.
En el apartado dedicado a la creatividad, el jurado designado por los organizadores se decantó por Esteiro, la propuesta de la Gastroteca del hotel Hesperia Coruña Centro. Nelssy Soriano preparó un crujiente de tapioca con tinta de calamar, cremoso de chirivía, mejillón de la ría y emulsión de mango jengibre y alcaparra. «Creo que influye en mi cocina haber probado distintos tipos de sabores», destaca esta mujer que siempre es finalista, ya ganó más premios, y vivió en Venezuela, Estados Unidos, Holanda o Inglaterra. «Y mi padre es venezolano y mi madre canaria», añade. Otro local que acumula trofeos Picadillo es el Alia Die. «Esta vez ganamos el premio al maridaje y tuvimos una mención especial con el local Morriña», destaca su jefe de cocina, Gonzalo Cotelo. Su albóndiga con bonito de Burela en salsa verde de codium armonizó a la perfección con un Rías Baixas. En esta categoría hubo una mención especial para la lasaña de carne del Central Park maridado con otro albariño. Y el premio a la tapa tradicional se lo llevó un negocio vanguardista, la cevichería La Sarita. Marta González recogió el premio por su patata cítrica rellena sobre quinoa roja. En esta categoría hubo también una meción especial para Casa Martín. Un año más lo mejor del concurso fue el entusiasmo de los hosteleros coruñeses.