Explorando la línea castreña defensiva en la retaguardia del golfo Ártabro

CRISTÓBAL RAMÍREZ

OZA-CESURAS

cristóbal ramírez

En Oza-Cesuras se construyeron dos aldeas prehistóricas que demuestran la importancia que tenía el suministro de agua

22 may 2022 . Actualizado a las 13:06 h.

Hay una línea de castros que divide por completo el golfo Ártabro de las tierras de Compostela. Es decir, un conjunto de aldeas prehistóricas construidas en la parte más alta de esos montes viejos y de pendiente suave, y aprovechando la tierra muy fértil de los pequeños valles que siempre, sin excepción, están regados por pequeños (y en el caso del Mero, no tan pequeño) ríos. El reciente descubrimiento de una vía romana transversal en el mapa, por la zona de Oza-Cesuras y Mesía, parece confirmarlo. Un territorio arqueológico, pero también un territorio para disfrutar de un día al aire libre.

La DP-0104 es una carretera enrevesada. Por las curvas, no por el firme, excelente y ancho. Es, además, una carretera muy poco conocida, ya que va a dar a Leiro (Abegondo) por un lado y a Cesuras por otro. Y en determinado punto arranca hacia Santaia de Probaos y todo recto llega a A Baiuca (no confundir con el lugar homónimo del ayuntamiento de Oroso).

Ese es el punto clave, un cruce con una cuidada casa ante los ojos. Hay que seguir de frente, y ese montículo lleno de eucaliptos que queda a la izquierda es Os Castros, cuyo punto más alto se halla a 221 metros sobre el nivel del mar. Al llegarse hasta él, desde luego caminando, el excursionista se encontrará con un recinto prácticamente circular con buenas murallas defensivas.

Si donde se dejó el coche se sigue andando, en descenso por la cómoda pista de tierra el excursionista alcanzará el Rego Mourelos. Es decir, hará el mismo recorrido que hacían los habitantes del castro dos milenios atrás. El suministro de agua era elemento fundamental para decidir establecerse aquí o allá.

Pero si en A Baiuca en vez de seguir de frente se elige la derecha se tendrá a la vista el monte Castro, de 285 metros. Es posible rodearlo (derecha primero e izquierda después) para ir a dar a O Souto o Loureiros. Es igual uno que otro, porque al fondo de esos lugares arranca un sendero que, con más metros si se elige el primero que si se prefiere el segundo, va a conducir a la aldea prehistórica. En este caso la vegetación se muestra más densa por una parte y ha habido trabajos agrícolas por otra, de lo cual es fácil deducir que no resulta tan sencillo reconocer el recinto.

Pero si se continúa, sin parar en O Souto o Loureiros, se ganará Vilar de Corna. Antes de la última casa nace a la diestra un corto y muy grato camino descendente que muere en el Rego da Gafa: unos metros a la derecha sorprende la fuente donde nace.

A BAXOIA

43º11’44”N 8º14’25”W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

En la fuente del Rego da Gafa.

LA AVENTURA

Subir a Os Castros.

EL DESAFÍO

Ascender hasta el primer castro.