La escuela infantil que motivó la unión de Oza y Cesuras deberá estar concluida el 31 de diciembre. Al poco de iniciarse ya cambió de empresa
17 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La histórica fusión municipal de Oza dos Ríos y Cesuras tuvo su germen en una conversación entre sus dos alcaldes sobre una futura escuela infantil compartida. Aquel plan de cooperación dio lugar, semanas más tarde, al ambicioso proyecto que derrumbaría las fronteras físicas y administrativas entre ambos municipios.
Pero en este rincón de la comarca coruñesa ha sido más rápido unir dos ayuntamientos que levantar un centro educativo para niños de 0 a 3 años. Cuando los vecinos del nuevo concello contaban disponer de él en el 2014, apenas ven unas vigas y tres muros izados a tres meses de acabarse el 2015.
Levantada en el lugar de Mangoño (parroquia de Mandaio), la obra acumula importantes retrasos originados en parte por la cesión de terrenos a la Xunta. Este año, tras la adjudicación a una empresa, esta acabó renunciando al poco de empezar los trabajos después de hacer cuentas con el presupuesto, que sufrió una rebaja de 50.000 euros. Durante el verano una segunda empresa retomó las obras que deberán estar acabadas antes de final de año, condición impuesta por los fondos europeos.
«Confiemos en que llegue a tiempo, es una instalación ansiada por nuestros vecinos y que sin duda ayudará a mejorar su calidad de vida y la conciliación familiar», explicó el alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro.
La escuela infantil de la red Galiña Azul tendrá 41 plazas sobre una superficie de 400 metros cuadrados, repartidos en tres aulas, aseos y una zona de descanso para los más pequeños.