
Miembro de una banda del este que tenía el piso franco en la calle Barcelona, pidió la deportación para evitar la cárcel
03 oct 2023 . Actualizado a las 13:54 h.El albanés de 31 años, miembro de una banda del este, fue llevado esta mañana a la Audiencia Provincial para ser juzgado por asaltar 14 viviendas en la comarca, 11 de ellas en Oleiros. El fiscal pedía que fuese condenado a 10 años de prisión. Solo tenía una posibilidad para evitar su ingreso. Que su abogado alcanzase un acuerdo con la acusación pública para que bajase la petición de pena a los 7 años. Porque ahí está el límite para poder escoger entre entrar en la cárcel o su deportación. Defensa y Fiscalía negociaron y el acuerdo se fraguó. El acusado recibió la noticia con una gran sonrisa. Y con ella abandonó la sala escoltado por la policía.
El hombre fue el único miembro de una banda del este que pudo ser capturado antes de huir a los montes de Cataluña donde tenía su base el grupo criminal. El resto de integrantes pudieron huir y hoy están en busca y captura.
Este individuo, atrapado en una operación conjunta de la Guardia Civil de A Coruña y de los Mossos de Esquadra, se encontraba en España en situación irregular y «junto con otras personas, algunas de ellas sin identificar y otras con procedimientos judiciales abiertos en otros juzgados, formaban un conjunto organizado que se dedicaba a acceder al interior de numerosas viviendas tras forzar con ganzúas, destornilladores, patas de cabra u objetos similares las ventanas y puertas que daban acceso a las mismas».
El acusado era uno más en una organización perfectamente jerarquizada «que participaba en el asalto a viviendas unifamiliares a lo largo del norte de España, desplazándose indistintamente los diferentes miembros del grupo a diferentes comunidades autónomas para llevar a cabo los hechos. Se trasladaban desde Cataluña, donde se encontraban asentados, al resto de lugares , entre ellos Navarra, País Vasco , Castilla-León y finalmente Galicia a bordo de vehículos, la mayor parte de alta gama, con matrículas sustraídas o dobladas. Los desplazamientos se producían por el tiempo de 10 o 15 días y una vez cometidos los hechos regresaban de nuevo al punto de partida, Cataluña, lugar donde contaban con diversos zulos escondidos en zonas boscosas donde guardaban la documentación y utensilios que utilizaban para perpetrar los robos así como parte del botín sustraído», asegura el fiscal. En A Coruña tenían un piso franco, donde planeaban los asaltos en la comarca.