Victoria Lago: «Me divorcié, dejé un trabajo estable y abrí un centro de bienestar en Oleiros solo para mujeres»

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

MARCOS MIGUEZ

Decidió enfrentar el miedo que sintió al descubrir que «no era feliz» y buscó un local en Santa Cristina para emprender

10 sep 2023 . Actualizado a las 10:15 h.

Toda su vida profesional ha estado vinculada al deporte, aunque en diferentes áreas. «Empecé jovencita como monitora, luego fui ascendiendo y trabajé en gestión de servicios deportivos durante veinte años, los últimos cuatro en gestión de recursos humanos», explica Victoria Lago, que hace tres años se dio cuenta de que «no era feliz» y decidió abrir un negocio en Santa Cristina, Oleiros.

La mujer explica que llegó un momento en el que sintió que su trabajo no le llenaba: «No era mi sitio. Tenía un buen puesto y en la empresa siempre estuve a gusto, pero no me sentía realizada», explica. «Coincidió que me estaba divorciando, tenía dos niños pequeños y me entró mucho miedo al darme cuenta de que no me gustaba mi vida. Tenía 44 años y pensé, ¿me quedan más de veinte años así?», añade Victoria, que se dio cuenta de que el cuerpo le pedía aprender y volver a estar más en contacto con la gente. Así, decidió dejar su empleo ante la sorpresa de sus familiares. «Me decían si estaba loca. Yo tenía miedo, pero a la vez mucha ilusión y estaba convencida de que me iría bien».

Lo primero que hizo fue trabajar consigo misma para descubrir qué quería. «Hice un máster en coaching y fue cuando me di cuenta de que quería trabajar para las mujeres. Pensé que todo lo que yo había experimentado conmigo misma en la gestión de emociones lo podía unir a mi experiencia en el deporte para crear un centro de bienestar dedicado a ellas». La idea la tuvo clara cuando en un gimnasio vio «a una chica deambulando con cara de tristeza y moviéndose sin saber qué hacer». «Las mujeres nos autoexigimos mucho y nos dejamos a nosotras mismas de lado por los hijos, el trabajo, las parejas. Llega una franja de edad, sobre todo a partir de lo 40, en la que hay una falta de amor propio. Muchas deciden ir al gimnasio y luego se sienten perdidas y desmotivadas. El objetivo de Kivi Fit es devolver las confianza en ellas mismas a través de una vida sana, pero empezando por la mente y la gestión de emociones, porque sin eso no conseguirán ser constantes y cambiar los hábitos», expone Victoria, que destaca que «no se trata de tener todas una talla 38, sino de sentirse a gusto y quererse a una misma».

Cerca del mar

De esa forma, Victoria ha conseguido crear en menos de dos años una comunidad en la que las mujeres se sienten cómodas unas con otras y comparten, además de ejercicio, experiencias. «En un entorno amigable. Aquí trabajamos entrenamiento personal y en grupos de un máximo de cinco. Aplico todas las áreas del fitness para el entrenamiento deportivo, combinado con coaching. Hacemos sesiones al aire libre. Por eso elegí un local en Santa Cristina, cerca del mar. Para mí es importante estar cerca de la naturaleza». Además, ha incorporado tratamientos de belleza para completar su oferta.