Las pilotadoras del Sol y Mar de Oleiros cambian de acera en la N-VI

A. S. R. / N. G. OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Esta semana los trabajos han provocado largas colas que alcanzaron la planta de Begano

16 jun 2022 . Actualizado a las 08:16 h.

Las dos grandes pilotadoras que se afanan en la construcción del futuro túnel del Sol y Mar, en Oleiros, acaban de cambiar de lado. Tras varias semanas horadando sin descanso en el lado de entrada al puente de A Pasaxe, ayer comenzaron a operar en la orilla con dirección a Madrid. Una vez que concluyan su intervención, tocará la colocación de losas de cubiertas en los ramales de superficie, antes de la fase de excavación.

La intervención de esta maquinaria junto con la movilidad propia del verano están incrementado las colas durante los últimos días. Por ejemplo, este martes a primera hora de la tarde la obra del Sol y Mar provocaba largas retenciones en A Pasaxe (sentido Lugo) que alcanzaban la sede de Begano.

Los comerciantes y vecinos siguen soportando de forma estoica unos trabajos que el Concello de Oleiros siempre ha calificado de «muy necesarios», pese a los daños colaterales. ¿Se están cumpliendo los plazos? Depende de qué fecha se tome como el inicio de las obras, que fueron inauguradas oficialmente en diciembre del 2020. No obstante, los trabajos de mediciones y preparación previa se extendieron durante seis meses, con lo que las obras se iniciaron físicamente el 2 de junio del año pasado. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene previstos 34 meses de duración, por lo que, atendiendo a las fechas reales, y no las oficiales, aún quedan dos largos años por delante. Además, el Sol y Mar ya ha acumulado algunas parálisis, como la provocada por la huelga del transporte, que impidió la llegada de hormigón a este punto durante dos semanas. Además, el año pasado el Concello de Oleiros tuvo que enmendar la red de abastecimiento y alcantarillado, lo que paró los trabajos del gran cruce durante otros 20 días.

 La obra está tasada en 9,8 millones e implica la construcción de un paso subterráneo de cuatro carriles y una glorieta en la superficie para humanizar el entorno en la zona de la rúa Arenal y el cruce con la N-VI.

«A los clientes les da pereza venir por los atascos que se forman»

Como consecuencia de las obras, los comerciantes de la zona perciben una menor afluencia de clientes en sus establecimientos. «Esta mañana tenía dos citas programadas y, como ya cortaron nuestra acera, ya no pararon porque no tenían donde hacerlo. Este es nuestro día a día», relataba este miércoles José Suárez, encargado de Cocinas Schmidt.

Por su parte, Montse Ruanova, responsable de Xardinova, explicó que, en su caso, está notando las consecuencias en las ventas. «A los clientes les da pereza venir por los atascos que se forman», afirmó. Propone la presencia de agentes que regulen el tráfico en las horas puntas: «Entendemos que las obras hay que hacerlas, pero echo de menos que los agentes agilicen el tráfico».

Jesús Sánchez, gerente del concesionario Land Rover, comentó que su establecimiento abrió en octubre del año pasado. «Lo que no esperábamos es que la situación coincidiese en el tiempo con las obras», reflexionó. «Hemos posibilitado el acceso creando un párking interior para que los clientes puedan parar, pero sufrimos toda la incidencia de una obra, desde la cantidad de polvo que genera, los ruidos, las vibraciones...», añadió.

«Los clientes se quejan por las colas que se forman en la entrada de la ciudad, que se vertebra por aquí. Las obras generan mucho tráfico», explicó otro de los comerciantes de la zona, que prefiere que su nombre y el de su establecimiento permanezcan en el anonimato. «Nos tenemos que resignar porque ya están ejecutándolas y ahora no las van a parar. Tendrían que haber tomado otras medidas porque esta es la arteria principal de A Coruña, pasan por ella miles de vehículos todos los días y es un caos», indicó.

Los comerciantes hacen hincapié en que la presencia de las obras y, especialmente, de atascos en la zona está afectando a sus cifras de ventas, y coinciden en creer que la intervención se demorará más de lo previsto. «Tengo entendido que la obra está licitada desde hace 5 años y que empezó en junio de hace un año. La estimación de plazo estaba en torno al año y medio o dos años, no creo que de aquí a 6 meses acaben», sostuvo Jesús Sánchez.