Toni Silva
Los vecinos de O Couto son muy tenaces. En noviembre pasado anunciaron un calendario de protestas cada lunes a las dos de la tarde. Y, lejos de diluirse, cada semana hacen más ruido. Piden un paso de peatones que les permita cruzar de forma legítima entre las paradas de autobús. Pero aquí está la trampa. El dibujo de cebra en el asfalto generaría una falsa seguridad que podría acarrear consecuencias dramáticas tal y como está diseñada esta vía interurbana. El paso de peatones debe ir acompañado de otras medidas que permitan cruzar con garantías.