El riesgo de ser peatón en Santa Cruz

Toni Silva OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Paso de cebra a la altura del número 12 de la avenida Viñas de Babilonia, en el centro de Santa Cruz
Paso de cebra a la altura del número 12 de la avenida Viñas de Babilonia, en el centro de Santa Cruz ANGEL MANSO

Dos céntricos pasos de cebra acumulan la mayoría de atropellos y frenazos en Oleiros. El bum residencial también está detrás de estas incidencias

01 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En menos de cien metros de distancia, el centro de Santa Cruz acoge la zona cero de los atropellos de todo el municipio de Oleiros. El incremento poblacional, con las últimas urbanizaciones y la alta movilidad entre este punto y la ciudad de A Coruña generan riesgos a diario a la hora de cruzar la avenida principal de Santa Cruz. En el 2021, aquí ocurrieron 3 de los 7 atropellos a peatones en todo Oleiros, concretamente en los pasos de cebra ubicados ante el número 7 y el número 12.

En este último, una de las víctimas fue una niña pequeña que cruzaba en patinete acompañada por su abuela. «Y un coche se la llevó por delante», recuerda Sandra Solís, empleada de la farmacia próxima a este paso de peatones. El suceso ocurrió una día de marzo del año pasado después de las ocho de la tarde. La niña fue evacuada al Hospital Materno pero no sufrió heridas graves. En este punto de la calle Viñas de Babilonia, nombre que recibe aquí la AC-173, que llega hasta Mera, confluyen dos calles a cada lado, lo que complica aún más el tráfico. Desde arriba, la calle Dolores Ibárruri, y por el lado contrario, Eduardo Blanco Amor, un diseño viario que se complica cuando coincide con alguna furgoneta de reparto o, simplemente, un turismo mal aparcado. En agosto del año pasado un hombre de 49 años fue atropellado, si bien fuera del paso de cebra. «Tuvo que ser asistido pero no necesitó traslado», recuerda el oficial de tráfico de la Policía Local de Oleiros.

Paso peatonal próximo al hotel Noa Boutique
ANGEL MANSO

La farmacéutica también recuerda otro siniestro similar en el otro paso de cebra, el que está enfrente del café Rialto. «Alguien vino a buscar mantas para atender al hombre mientras llamaban al 112», explica Solís. Fue el atropello más grave de todos los registrados por la Policía Local durante el 2021. Ocurrió en una mañana del mes de julio y la víctima era un varón de 62 años. Fue trasladado al Chuac en estado grave, pero por fortuna se recuperó de sus heridas.

En este paso desemboca la estrecha calle Naval y, una vez atravesado el paso en sentido Coruña, las líneas discontinuas permiten el desvío hacia la calle Enrique Líster, el límite interior del parque Luis Seoane. Esto provoca frenazos y toques entre vehículos llevados por la inercia de seguir por la avenida principal. «Hay gente que va a cruzar y al final se vuelve para atrás porque le viene un coche encima», señala Andrea, trabajadora de la firma Baires Peluqueros, que ocupa esta esquina. «En septiembre pasado estuvieron a punto de atropellar a una mujer —recuerda—, por suerte, otra persona la agarró y la tiró hacia atrás, y el coche le arrancó un zapato. El conductor paró un poco más adelante y no con muy buenas maneras». Al otro lado de la calle se alza Casa Calixto, cuyo propietario, Constante Amoedo, señala que «todas las semanas hay sustos en este paso de cebra». «Muchos conductores no se dan cuenta de que están en un casco urbano y van demasiado rápido», indica el hostelero, que reclama señales luminosas junto a los pasos, «como hay en otras zonas del concello».

ANGEL MANSO

Para la Policía Local de Oleiros aún hay una zona peor que estos dos pasos, concretamente a la altura del número 27, donde hay unos contenedores con una zona cebreada para que los camiones puedan hacer la recogida. «Pero muchas veces los turismos aparcan allí y dejan un punto ciego que hace el paso de cebra muy peligroso», señala el oficial de tráfico. «De hecho pedimos tomar alguna medida como colocar pivotes, pero impediría la labor de los camiones de basura», añade.