40 años del plan que transformó Oleiros

Toni Silva OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Imagen del puerto de Santa Cruz a final de la década de los 70
Imagen del puerto de Santa Cruz a final de la década de los 70 ARCHIVO MARCOS LIRES

El primer ordenamiento urbanístico fue boicoteado por los poderes fácticos de A Coruña. «Moitos tiñan o seu chalé pero non querían pagar»

20 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 40 años Oleiros era un municipio colonial, de segunda residencia, de escasa vida de lunes a viernes, pero con numerosos traslados los fines de semana, principalmente desde A Coruña. Y así querían estos foráneos que se mantuviese Oleiros en el tiempo, un concello rústico para descansar su estrés acumulado al otro lado de A Pasaxe. Pero el entonces alcalde y arquitecto, Xosé Lois Martínez, ya tenía en su cabeza el ordenamiento urbanístico para este municipio, un plan contra el que se opusieron los ya mencionados. Así lo contaba La Voz de Galicia en enero de 1982: «Las fuerzas económicas y sociales que se mueven dentro del término municipal son exógenas, pero con una acentuada influencia en el mismo. No hay más que recordar que de las 170 alegaciones al Proyecto de Delimitación del Suelo, más del 80 % eran de personas no afincadas en Oleiros». Contra este muro de fuerzas vivas nació el primer plan de ordenación del municipio oleirense, una lucha que no impidió a Xosé Lois Martínez (regidor entre 1979 y 1983) desarrollar un documento del que se cumplen 40 años y que puso los cimientos del desarrollo actual. La ordenación del urbanismo de Oleiros fue pionera en Galicia en muchos aspectos. «Eramos o concello con maior número de urbanizacións e parcelacións, pero sen un plan xeral», recuerda el exalcalde.

Él y su equipo apostaron por un modelo polinuclear, lo que ha permitido el desarrollo de localidades como Mera, Santa Cruz, Perillo o el centro del municipio. Se oponía así al desarrollo de municipios vecinos como Sada, donde se apostó por un único centro urbano «e unha continuidade de vivendas e pobos ao longo da estrada principal. Nós non queríamos iso». Sin la existencia de la Xunta durante los primeros años de los 80, los ayuntamientos debían rendir cuentas a la Delegación Provincial del Ministerio de Vivienda para aprobar sus normas. Pero Martínez recuerda que este organismo estaba integrado por muchos de esos residentes de fin de semana que no querían que el plan general saliera adelante. Un año antes se había diseñado el Proyecto de Delimitación del Suelo. Después, el plan urbanístico recibió alrededor de mil alegaciones, en su mayoría «de xente que tiña casa en Oleiros pero vivía na Coruña». «En xeral, as alegacións ían encamiñadas a que non houbese un plan, dicían que non facía falta», recuerda el exalcalde de Oleiros. El motivo del rechazo no era otro que, una vez organizado el territorio, todas esas viviendas tendrían sus correspondientes cargas impositivas. «Houbo un enfrontamento da maioría da poboación cos axente públicos e operadores privados que dende 1960 viñan desenvolvendo unha política de ocupación salvaxe e indiscriminada do noso territorio con urbanizacións, parcelacións e bloques de apartamentos, respaldados polos funcionarios do MOPU e a súa Delegación Provincial».

Xosé Lois Martínez fue el alcalde de Oleiros entre 1979 y 1983
Xosé Lois Martínez fue el alcalde de Oleiros entre 1979 y 1983 EDUARDO PEREZ

El plan que Xosé Lois Martínez tenía en su cabeza pretendía también poner freno a las urbanizaciones que comenzaban a aflorar a partir de 1975, lo que llamaban «pequeño planes parciales que crecían sin equipamientos». Denunciaban así urbanizaciones como Hábitat Residencial junto al puente de A Pasaxe, el complejo residencial Grumosa en Santa Cristina, o grandes promociones en Santa Cruz. Al alcalde de entonces le llamaba la atención el desarrollo brutal de esas nuevas viviendas «cando a gran maioría das casas das aldeas non tiñan nin pavimento, xa non digamos sumidoiros».

Los convenios urbanísticos

El primer plan de Oleiros (ya va por el tercero) también es pionero en la aplicación de convenios urbanísticos, algo que surgió gracias al máster que Martínez estudiaba en Madrid aquellos años. «Estaba co equipo de arquitectos e urbanistas do alcalde Tierno Galván, e alí me explicaron a posibilidade de chegar a acordos dende o Concello con grandes propietarios de terreos para prantexarlles unha ordenación parcial. A urbanización de lagoa de Mera nace dun convenio no que, por certo, houbo quen me propuxo secar a lagoa e parcelar terreo enriba… en fin».

El documento ya «pensaba» una ciudad metropolitana

Junto al documento urbanístico, el equipo de Xosé Lois Martínez presentó las directrices políticas que debían acompañar al plan más allá de su vigencia. Fue una declaración de intenciones incorporada a través de una moción del partido que gobernaba, Alternativa dos Veciños.

En esas propuestas ya se dibuja una gran ciudad comarcal entre A Coruña y el área metropolitana, con una alusión específica, ya entonces, al puente de A Pasaxe, para el que se pedían alternativas en los accesos a la ciudad. Además, Alternativa dos Veciños querían desarrollar el plan en función del resto de los municipios colindantes, para lo que pedían un Plan Director Territorial a nivel Comarcal. «Queriamos visualizar a cidade dentro de 40 anos, desenvolver que un concello non remata nos termos municipais —relata Martínez Suárez—; a diagonal de Barcelona entre Poblenou e a Universidade ocupa 8 quilómetros, máis ou menos a distancia desde aquí (la entrevista se realiza en el centro de A Coruña) e Santa Cruz. Había que rachar esas fronteiras para o deseño das infraestruturas e equipamentos».

El primer documento de ordenación urbanística sentó las bases de la protección del patrimonio ambiental y paisajístico, como el Seixo Branco y otros puntos de la costa. También Oleiros fue pionera en el trabajo de Oficina de Planeamiento, la empresa que se acababa de constituir para diseñar planes urbanísticos del territorio y se estrenó con este municipio, donde también realizó los dos siguientes. Esta firma desarrolló posteriormente los planes de Ferrol, Santiago o la ciudad vieja de A Coruña, entre otros muchos ayuntamientos. Y también Oleiros fue el primero de Galicia en elaborar un catálogo de edificios a proteger, como quintas, villas o iglesias.