Recogieron firmas para que ingresen al hombre que provoca altercados en Guísamo
20 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.
Inseguridad y preocupación a parte iguales son las sensaciones que deja tras de sí el estado del Capuchas en Guísamo. Un vecino criado en esa zona, al que muchos aún alaban sus momentos de gran trabajador, pero que ha acabado de okupa en unas viviendas abandonadas, creando problemas a los comerciantes y para el que reclaman apoyo de las instituciones.
Explican que el Capuchas, que ronda los 40 años, tiene familia que intenta atenderlo, pero su perfil en estos momentos, por decisión propia, se asemeja al de un sintecho con síndrome de Diógenes. «Un día aínda o van a atropelar», explica un comerciante de la zona, ya que deambula y se pasa el día cruzando la N-VI. Explica que más que temor, aunque el hombre pida y se muestre interesado por las jóvenes, lo que más genera es compasión. «Es inofensivo», corroboran desde un negocio hostelero. «Baixáronse dun coche tres rapaces e déronlle unha malleira, e el non se defende», comenta un comerciante. Por este tipo de comportamientos, los vecinos de Guísamo realizaron una campaña de recogida de firmas para que lo internen en algún centro donde pueda reconducir su vida, que se torció, creen, por malos hábitos. Este hombre que este miércoles andaba por Guísamo desarreglado como siempre, con un pantalón roto y un chubasquero, continúa con su vida errática. Okupa unas viviendas deshabitadas, en donde llegó a convivir con otras dos personas. Los vecinos aseguran que sus hermanas, tras la muerte de la madre, lo intentan atender, pero no es tarea fácil.
«Andou traballando de novo na alta tensión e estaban encantados con el, despois meteuse en cousas malas e tivo mala sorte», comenta un comerciante de la zona, que considera que lo que necesita es ayuda profesional.