Vive en Ourense, desde donde se desplaza a diario para atender la nueva farmacia de Perillo. «Pude elegir más cerca, pero aquí la población crece»
27 mar 2021 . Actualizado a las 23:10 h.Podríamos contar de forma resumida que los vecinos de Perillo disponen desde el pasado jueves de una nueva farmacia. Que está en el mismo cruce del Sol y Mar, y que tememos que su fachada se vea damnificada por el polvo de unas obras que deberían durar dos años. Otro dato de interés es la superficie del nuevo negocio. Casi 250 metros a disposición del público o, lo que es lo mismo, no hará falta hacer cola en la calle para respetar la distancia social. Hay sitio para todos, incluso un mullido sofá blanco que hará más cómoda la espera. Más datos: que la farmacia, de nombre Areal por encontrarse en esta calle que cruza hacia la ría, está robotizada y así, al teclear el medicamento en un ordenador, un brazo mecánico se encarga de recogerlo en una especie de zulo-almacén y colocarlo tras el mostrador de venta. Que abrirá todos los días del año de 9.00 a 22.00 horas. Que por el lado de la N-VI (la puerta principal está en Areal) el acceso da a un ascensor para salvar el desnivel para personas con problemas de movilidad reducida o carritos de bebé. Y podríamos acabar este resumen de datos haciendo un chiste: la gran y reluciente farmacia Areal es toda una fachada de cristal con vistas a Carglass, al otro lado de la carretera.
Pero no se puede conocer el espíritu de este local sin citar a Laura Fleire Quintas, su farmacéutica titular, quien apostó todo por estar en este punto de Galicia en el que no tiene ningún vínculo. Si hoy Laura le ha despachado en la nueva farmacia de Perillo, sepa que lo más probable es que esta pasada noche haya dormido en su casa, en Ourense, donde vive con su marido y sus dos hijas pequeñas. En el reparto de las últimas 41 licencias de farmacias en toda Galicia a Laura le dieron a elegir en segundo lugar. La primera se quedó con Baiona y le dejó a esta mujer con 40 opciones, como los años que acaba de cumplir, con todo el mapa libre para colocar su cruz verde. Incluido Allariz, Esgos, O Pereiro de Aguiar, todos ellos a pocos minutos en coche desde su domicilio. Pero optó por Perillo, a 170 kilómetros de casa.
-Tan lejos de Ourense, sin vínculos en esta zona…, cuesta creerlo.
-Pero lo tuve claro desde el principio. Aquí hay un crecimiento de población muy importante.
Por eso Laura optó por revolucionar su vida doméstica e incorporar el tren a su rutina para desplazarse a diario desde la ciudad de As Burgas y dirigir la nueva farmacia de Oleiros. Ya ha contratado a cuatro personas, una plantilla que podría crecer según la demanda. En Ourense trabaja su marido, Víctor, en otra botica. «Nos conocimos en Madrid el primer día de carrera», recuerda Fleire, quien ha trabajado como nutricionista, una de sus especialidades. «La botánica me ha gustado desde siempre», sentencia. Al periodista le llama la atención la decoración de las dos entradas. Dos árboles que resultan ser de la misma especie. Y no es por casualidad decorativa. «Es el ginkgo biloba, una especie única en su clase, milenaria, un superviviente…», y entonces asoman unas lágrimas en los ojos de Laura. «Mi vida no ha sido fácil, quiero demostrar a mis hijas que con trabajo y esfuerzo se puede conseguir lo que te propones, debemos sobrevivir como el ginkgo biloba», sentencia.
Así que este texto concluye con una recomendación. Si entran en la farmacia Areal, fíjense en el relieve del techo. Son las hojas del ginkgo biloba, iluminadas, como una luz que marca el camino de Laura.